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Argentina: Desmantelamiento de una antena de telefonía celular. La participación vecinal logró un fallo que sienta precedente

Sábado 5 de enero de 2008 · 2426 lecturas

Desmantelamiento de una antena de telefonía celular. La participación vecinal logró un fallo que sienta precedente

A casi tres ańos de reuniones y asambleas, un fallo de la Justicia Federal obliga a la empresa Telefónica de Comunicaciones Personales a desmantelar en un plazo de 10 días la antena ubicada en la calle Beruti 219. El fallo incluye frases lapidarias advirtiendo sobre las contradicciones en las que incurrió el Estado Municipal al contradecir con un decreto lo establecido en dos ordenanzas. Así el juez estableció que el decreto autorizando la instalación resulta ilegitimo.

Durante la administración villordista, las protestas vecinales comenzaron a cobrar distintos matices. Mientras en Quilmes centro se desarrollaba la protesta por Bellas Artes, en otro punto crecía el malestar bajo el paraguas de diferentes reclamos. Hoy se puede recordar la escandalosa situación vivida en torno a la subestación Sobral, cuando apareció pavimentada la cuadra donde vivía una amiga intima de un ex concejal médico.
Las protestas llegaron a reclamar el mismo trato para otras seis cuadras que no tenían asfalto.
Las napas también tuvieron lo suyo y en barrio Parque Calchaquí el tema fue la ola de inseguridad por la proliferación de boliches bailables en el tramo quilmeńo de la avenida Calchaquí.

LAS PROTESTAS POR LAS ANTENAS
En semana Santa de 2006 apareció en la esquina de Aristobulo del Valle y Ayolas una antena de telefonía celular. Lo insólito de la construcción fue que se produjo aprovechando el feriado y también en horas de la madrugada. Ese barrio organizó asambleas y recibió a funcionarios villordistas, quienes prometieron el inmediato desmantelamiento de la obra, que definieron como clandestina.
De hecho, la autoridad municipal terminó clausurándola y multándola. Aunque no logró que la empresa obedeciera hasta el día de hoy.
Pronto corrió la voz de que en otros barrios estaban igualmente preocupados por la existencia de otras antenas ya instalada de ańos y que además tenían su correspondiente autorización municipal, mediante un decreto firmado por la administración Gerones.

LAS PROTESTAS POR LAS ANTENAS II
Una actividad recreativa organizada para recaudar fondos en la esquina de Aristobulo del Valle, sirvió como excusa para la reunión de otros vecinos que en otros barrios trabajaban por el mismo tema. Uno de ellos lo presidía Graciela Martínez con el acompańamiento de Carlos Cori. Eran vecinos de la calle Berutti que luchaban por el desmantelamiento de la antena de su barrio.
Se reunían en la sociedad de Fomento General San Martín, frente a las vías del ferrocarril sobre la avenida Centenario.
A esa asamblea también concurrieron funcionarios y concejales. En sus días más concurridos, llegaron a participar un centenar de vecinos. Cada grupo finalmente encontró un camino para llegar a la Justicia con sus reclamos.

EL CASO DE LA ANTENA DE BERUTI
La antena de Beruti presentó su caso ante la Justicia Federal tomando como base de que se trata de empresas nacionales que prestan servicios de índole general y que afectan derechos consagrados en la Constitución Nacional. Al reproche de fondo que apunta a la presunta insalubridad de las radiaciones que provocan los artefactos, se sumó la queja de la total falta de control ciudadano por ausencia de medidores a la vista que permitan despejar toda duda en cuanto a la potencia y calidad de las emisiones.
Otra queja apuntaba a los ruidos molestos y muy especialmente a la devaluación que sufren las propiedades lindantes, cuyos titulares nunca supieron que tendrían tamańo regalo en el lote lindero.
Cabe seńalar que la ordenanza vigente en Quilmes por la cuál se autorizó la instalación de estas antenas dice expresamente que cada emplazamiento debe contar con el expreso consentimiento de los vecinos lindantes.

EL FALLO DE LA ANTENA DE BERUTI
Durante la semana tomó estado público la resolución tomada por el juez Federal Luis Armella, que dispone el desmantelamiento liso y llano de la antena de telefonía celular de la calle Beruti de Quilmes Oeste. El fallo incluye frases lapidarias advirtiendo sobre las contradicciones en las que incurrió el Estado Municipal al contradecir con el decreto 24073/00 las ordenanzas Nº 8627/00 y Nº 8447/99. En el expediente judicial constan fotografías donde aparece el propio juez tomando medidas y verificando la violación de normas elementales de seguridad. Se trata de una medida cautelar, es decir que el fallo dispone el desmantelamiento mientras la Justicia analiza los reclamos de fondo. Es muy probable que la empresa apele la resolución ante la Cámara, aunque no podrá evitar la obligación de cumplir con lo dispuesto.

EL FALLO II
Se trata de un fallo que sienta un precedente muy importante en relación a las demás antenas existentes en el distrito, ya que los argumentos y los criterios del fallo pueden ser valiosos para analizar la situación que se viven en otros barrios. Está claro que la ciencia le debe a la ciudadanía un esclarecimiento categórico que despeje totalmente las dudas en cuanto a la amenaza que estos emplazamientos tecnológicos representan para la salud de los vecinos lindantes. La paradoja es que mientras en todas las casas hay varios teléfonos celulares, que han llegado a transformarse en una herramienta casi imprescindible para la comunicación actual, en los barrios persisten los temores de los posibles efectos cancerígenos de las antenas que sostienen el servicio.
¿Llegará la telefonía satelital, que supere estos mamotretos que se parecen a deformes jirafas de la era tecnológica?

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