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GIJÓN: El Ayuntamiento retiró la antena de Gran Capitán tras siete años de litigios Telefónica no hizo las obras para adaptar la instalación a la normativa
Miércoles 23 de abril de 2008 · 1350 lecturas
El Ayuntamiento retiró la antena de Gran Capitán tras siete ańos de litigios Telefónica no hizo las obras para adaptar la instalación a la normativa
El edificio, ya sin la polémica antena. jorge peteiro
MULTIMEDIA
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Albina FERNÁNDEZ
La antena de telefonía móvil de la calle Gran Capitán, número 12, en El Cerillero, ya es historia. La operadora (Telefónica Móviles) desoyó todos los requerimientos municipales y judiciales que le obligaban a subsanar las deficiencias detectadas para cumplir la normativa vigente, y el Ayuntamiento actuó de oficio para desmantelar la instalación después de siete ańos de conflictos y de fuertes protestas vecinales.
Juan Manuel Moreno, uno de los impulsores de la plataforma contra las antenas y vecino de La Calzada, resumió la alegría vecinal: «Llevamos siete ańos esperando por esta noticia. Fue un proceso jurídico y administrativo largo porque la empresa recurrió hasta todo, pero todo mereció la pena cuando vimos cómo la grúa retiraba la antena».
Ésta era una de las varias antenas que funcionaron de forma ilegal durante ańos. Una lista a la que hay que ańadir La Arena, Cimadevilla, El Cerillero (calle Felipe II), Polígono (dos antenas) y Tremańes. La ordenanza local sobre antenas, que cumplirá seis ańos el próximo 21 de mayo, facilitó la retirada de cuatro antenas en Viesques, Ceares, Tremańes y el centro. En todos los casos fue por falta de licencia o por estar en un edificio catalogado.
La pesadilla para El Cerillero comenzó el 10 de noviembre de 2002, cuando Telefónica solicitó licencia para la antena. En marzo de 2001 el Ayuntamiento se la concedió sujeta a varias condiciones, como que situara el armario dentro de un casetón y sustituyera las barandillas quitamiedos existentes por anclajes de seguridad. La concesión del permiso abrió la lucha vecinal (incluidos ocho meses de guardia continua para impedir que se abriese la instalación) y la vía jurídica, que culminó en enero de 2002 con una sentencia que desestimó la petición vecinal de paralización de las instalación, pero que obligó a Telefónica a cumplir con los requisitos impuestos por el Ayuntamiento.
«Telefónica nunca cumplió las exigencias del Ayuntamiento y los siguientes ańos se convirtieron en un rosario interminable de resoluciones municipales y de recursos de la operadora, que consiguió su objetivo de tener la antena en funcionamiento tantos ańos pese a todo. Afortunadamente ya es historia», concluyó Moreno.
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