¿Qué es AVAATE? | Contacto | RSS 2.0 | Mapa del sitio | | | Buscar
Asociación Vallisoletana de Afectad@s por las Antenas de Telecomunicaciones - AVAATE

Portada del sitio > Prensa > SANTA CRUZ DE TENERIFE: Antenas bajo sospecha Vecinos de La Gallega baja (...)

SANTA CRUZ DE TENERIFE: Antenas bajo sospecha Vecinos de La Gallega baja denuncian la aparición de casos de cáncer. El barrio de La Gallega baja está preocupado porque en una zona determinada donde viven entre 850 y 900 vecinos se han contabilizado, en los dos últimos años, la aparición de 19 casos de cáncer, la inmensa mayoría de mama, en personas de entre 21 y 60 años. De ellas, seis han fallecido. A este dato se suma el incremento de otras patologías como fuertes alergias, dolores de cabeza, depresión e insomnio.

Martes 8 de julio de 2008 · 2369 lecturas

Antenas bajo sospecha Vecinos de La Gallega baja denuncian la aparición de casos de cáncer

Las antenas en el barrio de La Gallega baja están camufladas y parecen chimeneas aunque los vecinos denuncian que están muy cerca de las casas y atribuyen a su acción algunas enfermedades que han aparecido en la zona. la opinión

MULTIMEDIA
Fotos de la noticia
Los científicos lo llaman principio de precaución y se refieren al hecho de que ante la duda de si algo hace dańo a la salud o no, lo mejor es evitarlo. Y eso es lo que pide un grupo de vecinos de La Gallega baja, en Santa Cruz de Tenerife, pues atribuyen la aparición de casos de cáncer a las antenas de telefonía móvil. VERÓNICA MARTÍN | SANTA CRUZ DE TENERIFE El barrio de La Gallega baja está preocupado porque en una zona determinada donde viven entre 850 y 900 vecinos se han contabilizado, en los dos últimos ańos, la aparición de 19 casos de cáncer, la inmensa mayoría de mama, en personas de entre 21 y 60 ańos. De ellas, seis han fallecido. A este dato se suma el incremento de otras patologías como fuertes alergias, dolores de cabeza, depresión e insomnio. Antonio Barroso es uno de esos vecinos que, desde hace meses, se han constituido en una plataforma reivindicativa pues relacionan la aparición de estas enfermedades con unos nuevos elementos que hay en el barrio: cuatro antenas de telefonía móvil "y quieren instalar dos más", remarca.
Al principio cada vez que tenían conocimiento de una nueva persona enferma, se sorprendían y lo comentaban como ocurre en cualquier barrio. Sin embargo, "con el tiempo, empezamos a pensar que ya no era tan normal lo que estaba ocurriendo porque empezábamos a notar el malestar dentro de nuestras propias casas", explica Antonio que vive precisamente a menos de diez metros de uno de estos aparatos. Además, remarca que "las pusieron sin contar con nosotros, disimuladas e, incluso, llegaron a decirnos que se trataba de una chimenea para una barbacoa". Gregorio Marrero es otro de los vecinos que vive en esta calle y explica que su nieto de cinco ańos "ha desarrollado una alergia alimentaria del cien por cien hasta el punto que no puede comer nada que tenga grasa ni animal ni vegetal" y su mujer manifiesta una importante pérdida de audición "como si fuera una mujer de ma’s de 60 ańos y sólo tiene 48".
Lo cierto es que la ciencia aún no ha dado una respuesta concluyente sobre la causa-efecto de las radiaciones de las antenas de telefonía móvil en el ser humano pese a las distintas protestas y a las restricciones que empiezan a interponer algunos municipios. En este sentido, el catedrático del departamento de Física Médica de la Universidad de La Laguna (ULL), José Hernández Armas, manifestó recientemente que su apuesta es por el "principio de precaución" en este asunto pues ya "existe un reconocimiento científico unánime de que los campos electromagnéticos ocasionan cambios en las estructuras biológicas" y que, "en concreto, se ha descubierto que se genera una modificación de la permeabilidad de las membranas celulares y, además, se produce una diferencia en la velocidad a la que emigran los iones eléctricos que se encuentran en los líquidos orgánicos". Lo que puede hacer sospechar de la aparición de ciertas enfermedades.
Los vecinos de esta zona insisten en que "antes de la instalación de estas antenas, vivíamos tranquilos pero, ahora, ni las plantas están verdes y hasta han aparecido tumores en animales de compańía como perros o gatos". Además, hablan de un zumbido constante que no les deja ni dormir.
Ahora, se han convertido en expertos en legislación europea y conocen perfectamente todos los estudios científicos que se han llevado a cabo en los últimos ańos con respecto a estos campos electromagnéticos. Confiesan que tienen miedo y que están enfadados, principalmente con el Ayuntamiento que es quien otorga la licencia y la autorización de unas antenas a menos de diez metros de las viviendas. Es más, los vecinos insisten en que "en el barrio no se puede poner ningún tipo de industria porque no lo permite las ordenanzas pero una antena no la catalogan como tal".
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha solicitado, en distintas ocasiones, que estas autorizaciones se atengan al principio de precaución y hay países que las prohíben a menos de 500 metros como pasa en Australia, Alemania o Suiza. En Espańa, la legislación es muy variada y la más restrictiva se encuentra en Castilla la Mancha. En general, en muchos lugares las antenas de telefonía móvil y los transformadores de las compańías eléctricas se han convertido en un problema y han llegado a los tribunales como es el caso de Alicante donde la Federación de Ecologistas en Acción ganó un juicio contra el Ayuntamiento por permitir la instalación de una antena en una zona altamente habitada.
"Nosotros queremos que la concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Santa Cruz, Luz Reverón, diga públicamente que ella es la responsable de este asunto", remarca este colectivo de vecinos desde donde se critica que la instalación de las antenas se "haya hecho con secretismo pues hasta las camuflan para que no nos demos cuenta que existen". Además, denuncian que "hasta el propio Ayuntamiento hace negocio con ellas pues hasta hay una en un depósito de agua" y a menos de diez metros de un colegio público y otra también cerca de una guardería. Los vecinos aplauden el ejemplo de Güímar que las ha prohibido e insisten en la precaución.
Ver la noticia original AQUÍ