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TENERIFE: María Jiménez lleva diez años urgiendo la retirada de una antena. Como en muchos enclaves donde se han instalado este tipo de transmisores, los vecinos ponen de relieve posibles efectos en la salud de las personas que habitan en su entorno, que en el caso de La Quebrada, según Ángeles izquierdo, "se traduce en dolores de cabeza, de huesos, problemas para conciliar el sueño, picores de piel o alrededor de diez casos de cáncer en las proximidades de esta antena".
Jueves 7 de octubre de 2010 · 1388 lecturas
María Jiménez lleva diez ańos urgiendo la retirada de una antena
Más de 200 firmas recogidas en la zona de La Quebrada en una década y diferentes escritos reclamando el desmantelamiento de una antena de telefonía móvil a escasos metros de las casas aún siguen sin recibir una respuesta.
7/oct/10 07:32
TACHI IZQUIERDO, Tenerife
Diez ańos después de que comenzaran las movilizaciones en el barrio de María Jiménez, en el entorno de La Quebrada y, en concreto en la calle Calabria, para exigir la retirada de una antena de telefonía móvil, los vecinos siguen aún manteniendo sus reivindicaciones, ya que este elemento que consideran que "es perjudicial para la salud está a escasos 4 metros de nuestras viviendas".
Hasta la fecha, desde el ańo 2000, han presentado más de 200 firmas, avaladas también por la asociación de vecinos La Voz de La Quebrada, que el pasado día 28 de septiembre volvía a presentar un nuevo escrito en el Ayuntamiento de la capital, "porque el día 22 observamos a unos operarios en la zona y tememos que se va a ampliar esta instalación", según dijo Ángeles Izquierdo, una de las vecinas que viven justo enfrente de la antena ubicada en la azotea de una casa particular.
Izquierdo seńaló que, "por muchas denuncias que hemos presentado, el ayuntamiento jamás nos ha respondido, y consideramos que es el culpable, porque hace diez ańos fue quien dio su consentimiento a esta antena".
Como en muchos enclaves donde se han instalado este tipo de transmisores, los vecinos ponen de relieve posibles efectos en la salud de las personas que habitan en su entorno, que en el caso de La Quebrada, según Ángeles izquierdo, "se traduce en dolores de cabeza, de huesos, problemas para conciliar el sueńo, picores de piel o alrededor de diez casos de cáncer en las proximidades de esta antena".
A pesar de esta década de demandas, que ya ha causado entre los afectados "mucho cansancio", los habitantes de esta zona del Distrito de Anaga dicen que están dispuestos a "seguir con nuestra lucha y, si es preciso, retirar por nuestra cuenta esta antena". No obstante, afirman que "ya no sabemos qué hacer o a dónde acudir, pues a veces tenemos la sensación de que se nos cierran todas las puertas, cuando somos las víctimas de esta situación".
Así, Ángeles Izquierdo remarca que "lo que queremos los habitantes de este barrio es vivir en paz y poder descansar, porque no estamos seguros de los efectos secundarios".
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