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Asociación Vallisoletana de Afectad@s por las Antenas de Telecomunicaciones - AVAATE

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El Ayuntamiento de Sotillo (Ávila) rechaza autorización para instalar una antena de telefonía porque puede ser nociva. El Ayuntamiento de Sotillo de la Adrada (Ávila) ha rechazado la instalación de una estación de telefonía en el centro de la localidad porque la actividad "puede ser nociva para los residentes en las proximidades".

Lunes 19 de diciembre de 2011 · 694 lecturas

El Ayuntamiento de Sotillo (Ávila) rechaza autorización para instalar una antena de telefonía porque puede ser nociva

ÁVILA, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Ayuntamiento de Sotillo de la Adrada (Ávila) ha rechazado la instalación de una estación de telefonía en el centro de la localidad porque la actividad "puede ser nociva para los residentes en las proximidades".

Según han informado varias organizaciones ecologistas, que se felicitan por la decisión, habían alegado contra el expediente de concesión de licencia ambiental en verano, destacando que "era notorio y de conocimiento público que esa antena que se pretendía instalar estaba en una situación ilegal subyacente desde hace tiempo, siendo denunciada por la Asociación Sotillo Verde en 2009".

"Tenía una ubicación imposible e incompatible con las viviendas colindantes, además de situarse a pocos metros del Parque de la Fuente, a menos de 100 metros de una Residencia de la Tercera Edad, e igualmente a menos de 300 metros del Centro de Salud de esa localidad e incluso del propio Ayuntamiento", han destacado.

Las asociaciones han recordado que el Procurador del Común incluso había dictado una resolución en la que manifestaba que esta actividad de telefonía "se estaba realizando sin las licencias y autorizaciones oportunas, pidiéndole al Ayuntamiento que actuara en consecuencia y clausurara la antena", y que había otras alternativas que nunca se estudiaron fuera del casco urbano y de su influencia a las zonas públicas "tan sensibles como son residencias, centros de salud y viviendas".

En esta línea, las organizaciones ecologistas han incidido en que no se habían valorado ni tenido en cuenta las decisiones de la Conferencia de Salzburgo de junio de 2000 donde se marcaban las distancias mínimas preventivas de 500 metros con respecto a los núcleos de población, para dar así márgenes de seguridad ante los efectos no térmicos.

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