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Corrupción política y de la industria inalámbrica. Texto en español de la Conferencia de Adlkofer en Harvard. Los límites de exposición que supuestamente protegen a la población de la radiación de radiofrecuencias son el resultado de la corrupción institucional / At Center for Ethics event, cell phone radiation and institutional corruption addressed (video)

Viernes 7 de febrero de 2014 · 2508 lecturas

At Center for Ethics event, cell phone radiation and institutional corruption addressed (video)

Dr. Franz Adlkofer, former Executive Director of the VERUM Foundation for Behavior and Environment
November 18, 2011

On Nov. 3, Dr. Franz Adlkofer, former executive director of the VERUM Foundation for Behavior and Environment, spoke to a Harvard Law School audience as part of the lectures and events series hosted by the Edmond J. Safra Center for Ethics.

In his lecture, “Protection Against Radiation is in Conflict with Science,” Adlkofer discussed the difficulties he and other scientists face when presenting research on the carcinogenic effects of electromagnetic fields emanating from cell phones. He also discussed the institutional corruption which he says obstructs their research.

Adlkofer described his experience with the EU-funded study REFLEX, which aimed to explore the effects of cell-phone radiation on the brain. The study’s conclusions demonstrated that low frequency as well as radiofrequency electromagnetic fields below the allowed exposure limits displayed gene-damaging potential.

In 2004, shortly after releasing those findings, Adlkofer was the target of allegations questioning the validity of the findings and even accusing him of fraud. While an ethics panel eventually dismissed the accusations, his struggle against slander continues, he said.

In May 2011, the International Agency for Research on Cancer classified high frequency electromagnetic fields including cell phone radiation as merely “possibly carcinogenic” for humans, Adlkofer said, but he pointed out that studies such as REFLEX were not taken into account in reaching that determination. Had they been, he said, the classification likely would have changed from “possibly” carcinogenic to “probably.”

“The practices of institutional corruption in the area of wireless communication are of enormous concern,” said Adlkofer, “if one considers the still uncertain outcome of the ongoing field study with five billion participants. Based on the unjustified trivializing reports distributed by the mass media by order and on account of the wireless communication industry, the general public cannot understand that its future wellbeing and health may be at stake. The people even distrust those scientists who warn. In democracies, it is a basic principle that above power and their owners are laws, rules, and regulations. Since in the area of wireless communication this principle has been severely violated it is in the interest of a democratic society to insist on its compliance.”

—Sophy Bishop

Ver el video COMPLETO AQUÍ

Texto completo de la intervención extraído de AQUÍ}}

Corrupción política y de la industria inalámbrica. Conferencia de Adlkofer en Harvard, traducida al espańol

Los límites de exposición que supuestamente protegen a la población de la radiación de radiofrecuencias son resultado de la corrupción institucional

Versión extendida de la presentación en el Centro para Ética Edmond J. Safra
de la Escuela de Derecho de Harvard

Franz Adlkofer, MD

Introducción

No ha habido tecnología que haya salido adelante tan rápido y de manera tan expansiva en la vida cotidiana de la gente como la de la comunicación inalámbrica. En sólo 30 ańos, el número de usuarios de teléfonos móviles se ha incrementado en todo el mundo de cero a alrededor de cinco billones. Mientras que nuestro conocimiento sobre los posibles efectos adversos de los campos electromagnéticos generados por radiofrecuencias es todavía bastante pobre, es obvio que en el presente, el mayor experimento biofísico de la humanidad sigue su curso –con un resultado incierto.

Esta valoración está basada sobre el estado de conocimiento acerca de los efectos biológicos de la radiación de radiofrecuencias a la que he contribuido durante los últimos 15 ańos. Antes de ese tiempo, tuve durante 20 ańos una posición destacada en la investigación sobre el tabaco en Alemania. En ambas áreas no se me escapó cómo, a través de la violación de principios científicos, el provecho financiero había sido maximizado a expensas de la enfermedad y la muerte prematura de la gente. Exactamente la mismo que sucedió con el tabaco puede ahora volver a ocurrir con la aplicación temeraria de campos electromagnéticos por radiofrecuencias con fines tecnológicos. Y, como en el pasado con el tabaco, la verdad acerca de la situación del conocimiento, cada vez mayor, está siendo, otra vez, sistemáticamente suprimida.

Mi historia personal dentro de la historia de la investigación sobre campos electromagnéticos es solamente un episodio débil, pero ciertamente drástico, que muestra cuán lejos tiene voluntad de llegar la industria para defender sus intereses económicos creados. Dentro de “Investigación en acción”, en la página Web del Centro para Ética Safra, leo que la corrupción institucional tiende a involucrar la mayoría de las prácticas legales que ocurren dentro de un marco de normas sociales. No dudo de ello, sin embargo, tengo que ańadir que la corrupción institucional puede también involucrar, incluso, prácticas ilegales, si se da una buena oportunidad para que su uso pueda ser conciliado.

Primero, voy a mostrar cómo fue tratado el estudio REFLEX, financiado por la UE, cuando sus resultados se contrastaron con lo que la industria de la comunicación inalámbrica esperaba. A continuación, voy a detenerme a mirar cuál es la calidad de los datos de investigación cuando la financiación es provista conjuntamente por la industria y los gobiernos. Por último, demostraré que desde un punto de vista médico, los límites de exposición para la radiación de radiofrecuencias están basados en pseudo-ciencia. Estos tres ejemplos pueden ilustrar cuál ha sido y sigue siendo aún el rol asignado a la ciencia por quienes toman las decisiones en la industria y en la política. La ciencia es obviamente pensada para allanar el camino a las afirmaciones de intereses económico-políticos haciendo que las intervenciones políticas sobre la salud resulten innecesarias. El problema es que ese objetivo sólo puede ser alcanzado por medio de prácticas de corrupción institucional –y a expensas de sus costes para la sociedad.
1. Corrupción institucional en acción contra el estudio REFLEX

El estudio REFLEX estuvo organizado por la Fundación VERUM de Munich, cuando yo era su director ejecutivo. Se desarrolló entre los ańos 2000 y 2004 por 12 grupos de investigación de siete países europeos. Una financiación de, aproximadamente, 4 millones de dólares fue provista casi en su integridad por la UE. Dos grupos, de la Universidad Libre de Berlín y de la Universidad de Medicina de Viena, demostraron con claridad que, en células humanas, frecuencias extremadamente bajas así como campos electromagnéticos generados por radiofrecuencias bajo los niveles de exposición actual poseían potencial dańino sobre los genes. Descubrimientos de este tipo contradicen rotadamente la fiabilidad de los límites de exposición fijados actualmente. Se dio, por lo tanto, un especial disgusto por la industria de comunicación inalámbrica y, extrańamente, también por la política protección para la radiación en Alemania.

Fue nuestra intención desde el comienzo del estudio REFLEX, informar a la industria de comunicación inalámbrica sobre los recientes descubrimientos. Nuestros datos fueron presentados en las más importantes conferencias internacionales sobre campos electromagnéticos y también en encuentros especiales organizados por la propia industria. Por supuesto, recibimos críticas, lo cual siempre ha sido el caso en ciencia cuando las opiniones se desvían. Pero, como eran infundados, no supuso ningún problema rechazar esos ataques. Información adicional sobre el curso del estudio REFLEX puede haber sido ofrecido a la industria por dos miembros de nuestro consorcio de investigación, debido a su cercana cooperación durante muchos ańos. Al finalizar nuestro estudio, yo mismo tuve que darme cuenta de que los dos habían intentado desaprobar partes importantes de nuestros hallazgos con datos paralelos a nuestro proyecto generados obviamente con la asistencia financiera de la industria. Finalmente, los dos plantearon objeciones al informe final afirmando que ellos nos creerían en la corrección de sus datos.

Lerchl comienza su campańa contra el estudio REFLEX
Un día de Abril del ańo 2008, cuatro ańos después de que hubiese finalizado el estudio REFLEX, sucedió algo completamente inesperado. El profesor Hugo Rüdiger, director inicial del grupo de investigación de Viena, me informó por teléfono de que nos íbamos a enfrentar a una severa alegación. El profesor Alexander Lerchl, de la universidad privada Jacobs de Bremen y miembro del Comité sobre radiación no-ionizante de la comisión alemana sobre protección radiológica (SSK) habría afirmado que los datos del REFLEX habían sido fabricados. La razón y la finalidad de esa difamación eran fáciles de reconocer. Justo en ese momento, la Comisión de la UE se iba a decidir sobre el apoyo a la continuación del estudio REFLEX, que la Fundación Verum había enviado unos meses antes. Este estudio quería investigar los efectos biológicos de la radiación generada por radiofrecuencias directamente en humanos, y no en tubos de ensayo. Lerchl y sus jefes de la industria y la política no vieron otra forma que acusar al grupo de investigación de Viena de fraude para prevenir el apoyo al nuevo estudio. Seńalando supuestas discrepancias estadísticas. Lerchl fue tan lejos como para afirmar que los resultado del estudio REFLEX, los cuales por supuesto jugaban un rol en el siguiente estudio, habían sido inventadas. Obviamente, esa fue la razón por la que la nueva propuesta de investigación de la Fundación Verum no fue considerada por la Comisión UE, a pesar de que había recibido una puntuación excelente por los revisores de la UE y haber sido recomendada para su financiación.

Mientras tanto, Lerch ascendió a jefe del Comité de radiación no-ionizante de la Comisión para la protección radiológica de Alemania (SSK), explicando tardíamente las razones de su temerario ataque contra el estudio REFLEX.

Había llegado a la dramática conclusión, y cito: Los resultados publicados por Diem et al., eran, en efecto, preocupantes. De haber sido confirmados, esto habría sido no sólo una seńal de alarma, sino también el principio del final de la comunicación inalámbrica, ya que el dańo a AND es el primer paso en el desarrollo del cáncer. No sabemos si su agresión sin escrúpulos tuvo origen en una convicción personal o en un orden de la industria de la comunicación inalámbrica. Mientras la Fundación Vodafone, establecida por la poderosa compańía Vodafone operativa en todo el mundo, coopera estrechamente con la Universidad Jacobs de Bremen, contratante de Lerchl, el propio Lerchl disfrutó por muchos ańos de apoyo financiero de la Forschungsgemeinschafta Funk (FGF), la organización (peer-reviewed?) PR-propiedad de la industria para asuntos científicos. Parece que dentro de esta red de intereses comerciales un papel principal se atribuyó a Lerchl.

La prevención del estudio de continuación REFLEX puede haber sido la causa decisiva de el ataque posterior de Lerchl sobre el estudio REFLEX. En conexión con ello, él persiguió un objetivo ańadido. Él denunció que dos artículos del grupo informante de Viena sobre el potencial dańo genético de la radiación de radiofrecuencias debía ser expulsado, retractado de la literatura científica. Como mostraré, Lerchl intentó alcanzar su objetivo en concordancia con el eslogan: el fin justifica los medios. Con el profesor Wolfgang Schütz, rector de la Universidad de Medicina de Viena, y Manfred Dworschak, periodista del semanario alemán Der Spiegel, encontró el apoyo necesario para promover una poderosa campańa contra el estudio REFLEX y sus autores.
El rector de la Universidad de Medicina de Viena apoya la campańa de Lerchl

A mediados del 2007, el Rector Schütz había recibido una carta de Lerchl afirmando que lo más probable era que los datos hubieran sido falseados en la División de Medicina Ocupacional de su Universidad. Esta información caía obviamente sobre oídos abiertos -probablemente debido a la típica cooperación cercana para Austria entre industria y ciencia en asuntos comunes. Utilizó ese tiempo, hasta la primavera del 2008, para recomponer su Consejo para ética científica mandado para investigar la acusación fraudulenta por personas de su elección. Y, en efecto, el Consejo confirmó las sospechas de fraude. Sin comprobar los datos de laboratorio, demandó la recusación de los dos artículos. El Consejo justificó su decisión sobre la alegación de que un asistente técnico había fabricado los datos del estudio REFLEX desde el principio.

Por suerte, algunos días después la decisión del Consejo fue hecha pública de forma general, se filtró por accidente que su responsable era un abogado empleado por la industria de la comunicación inalámbrica austriaca. Desafortunadamente, Sschütz había confiado en vano en el estatuto de la universidad que la identidad del miembro del Consejo permanece en secreto. Este desarrollo inesperado de los hechos demostró ser un serio revés por su intención obvia de declarar falsos los datos del REFLEX de la manera más rápida posible. Al final, de mala gana, tuvo que ceder a la solicitud de Rüdiger para reemplazar a aquel responsable por otro nuevo. Después de unas cuantas sesiones del Consejo bajo la dirección de un nuevo responsable se vio claro que las alegaciones de fraude no podían mantenerse por más tiempo.

Sin embargo, el rector había ya informado a los medios de comunicación acerca del fraude en su universidad. Para salvar la cara y de acuerdo con él, el Consejo para la ética científica propuso a Rüdiger que debía retractar al menos uno de los artículos por cuestiones de forma y, como contrapartida, el rector no repetiría sus acusaciones de fraude nunca más. Con bastante desgana, Rüdiger aceptó para limitar el dańo a su universidad, el rector, su equipo inicial y él mismo. Pero la retirada falló debido a la insistencia de los dos co-autores, yo mismo, siendo uno de ellos, quienes no estábamos bajo la autoridad del rector, y también debido a las dudas del editor sobre Lerchl y sobre los verdaderos motivos del rector.

Como si la exoneración del grupo de investigación de Viena por su Consejo no hubiese existido y a pesar de las concesiones de Rüdiger, el rector repitió inmediatamente todas las alegaciones de fraude que con anterioridad ya había hecho en una rueda de prensa posterior.

Más tarde, después de una tercera y última rueda de prensa en la que habla de una “rápida y no ambigua” clarificación del caso, finalizó las actividades conjuntas con Lerchl. Este último había acusado mientras a la Universidad de Viena y a su rector, vía semanario alemán Der Spiegel, de haber fallado penosamente en la aclaración del caso. Desde ese momento en adelante, Lerchl tenía que actuar en solitario –y lo hizo.

Cuanto menos éxito tiene la campańa de Lerchl, más se convierte en una campańa de desprestigio
Dos artículos publicados en el semanario Der Spiegel en Mayo y Agosto de 2008 –surgidos de una cooperación cercana entre el periodista Manfred Dworschack y Lerchl, pero aparentemente de acuerdo con el departamento editorial del semanario, ayudaron a recibir la deseada atención pública para el escándalo del supuesto fraude de la Universidad de Medicina de Viena. El primero, publicado bajo el título Pillados en juego sucio y haciendo mofa de la objetividad, informa de manera sensacionalista sobre la evaluación del estudio REFLEX mundialmente citado después de que Lerchl hubiera descubierto el fraude. Cito: Dos controvertidos estudios sobre el riesgo de la radiación producida por teléfonos móviles era obviamente trabajo de un defraudador –Qué sabían los profesores senior? […] Era uno de los descubrimientos más terroríficos sobre el peligro de los teléfonos móviles. La radiación de los móviles, por así decir, rompería las frágiles membranas del ADN en el interior de las células. Efectos posibles: cáncer […] La Universidad de Medicina de Viena se volvió active después de la insistencia de Lerchl. Ahora, sólo los papeles faltos de gloria de los profesores Adlkofer y Rüdiger esperan aclaración. “Esto será lo próximo en ser investigado”, dice Wolfgang Schütz. El segundo bajo la dirección, el favorito del profesor hace huelga del resultado de la investigación del Consejo para la ética científica de la Universidad de Medicina de Viena que podría no confirmar las alegaciones de fraude de Lerchl. Él acusa a la universidad y a su rector de fallar en la aclaración del caso. El artículo, sin embargo, ańade un nuevo y especialmente malicioso elemento construido sobre el conocido método de “ridiculizar al enemigo”. Ilustración y texto retratan a Rüdiger, jefe de la División de medicina ocupacional en la Universidad de Viena y responsable del grupo de investigación difamado, como un profesor viejo sacado de sus casillas por una joven y atractiva mujer, que no se percata de cómo ella se burla de él.

El propio Lerchl presenta en una serie de editoriales en la revista on line Laborjounal su punto de vista. Informa de que el escándalo en la Universidad de Medicina de Viena que contrariamente a otros crece constantemente a lo largo del tiempo, y cito: Hay escándalos que después de un tiempo no interesan a nadie más y hay otros que empeoran. Las cosas acontecidas en la Universidad de Medicina de Viena claramente pertenecen a la segunda categoría. Después de darse cuenta de que el Consejo para la ética científica de Viena no actuaría sobre su alegación, se queja sobre la falta de habilidad y la falta de voluntad de la ciencia para purificarse a sí misma de personas fraudulentas, y cito: los resultados de la investigación propia, hechos girones en público: los campos electromagnéticos y la radiación de los teléfonos móviles dańan el AND –como dice el mensaje del proyecto REFLEX financiado por la UE. Pero pronto se vio claro que los datos del equipo de Viena fueron falseados. En mi serie de artículos, se describen los antecedentes y las (no) reacciones de los editores. Queda claro que las capacidades de autodepuración de la ciencia no funcionan.

No lo suficiente:
- en su libro titulado Estafadores en el laboratorio y sus ayudantes, Lerchl sitúa a los científicos de Viena al mismo nivel moral que tiene que ser atribuido a los estafadores de la investigación internacional, cuyas fechorías dańan tremendamente a la ciencia.
- en un taller público de Viena con el título Investigación seria o ciencia-basura? aparentemente organizado por Lerchl por las asociaciones de la industria alemana y austriaca, trata de destrozar los resultados del estudio REFLEX en el lugar de su origen.
- después de que se rehusara el rechazo de los artículos pertenecientes al REFLEX, Lerchl acusa a los editores de dos revistas científicas de incompetencia e irresponsabilidad y se queja sobre ellos al Comité sobre ética de la publicación en Londres.
- en una plataforma de internet especializada en difamar las críticas a los teléfonos móviles y no absteniéndose de método de cuneta, Lerchl y sus acompańantes intentan arruinar la reputación científica y la integridad personal en especial de los autores mayores de los artículos.
- para refrendar y justificar sus alegaciones de fraude más adelante, Lerchl inventa la historia de que la UE habría pedido a la universidad de Viena que devolviese la financiación del estudio REFLEX.
- llevando el caso –aparentemente con ayuda de la industria de comunicación inalámbrica- a la recién fundada Agencia austriaca para la integridad de la investigación, Lerchl lucha por revertir el veredicto de no culpabilidad emitido por el Consejo ético de la universidad de Viena a través de una investigación adicional, otra vez sin alcanzar el resultado esperado.

Con informes en Science y en la Revista Médica Británica, dos medios con una elevada reputación científica y distribución internacional, las alegaciones de fraude de Lerchl se convirtieron en mundialmente conocidas. Sin embargo, cuando afirma que las capacidades autodepurativas de la ciencia no funcionan, puede que lleve razón. Esta es la explicación más convincente de por qué a un hombre de su clase le ha sido confiado la protección de la radiación de las personas en Alemania.

Lerchl justifica su campańa exclusivamente con razones económicas
En su ya mencionado libreto sobre los estafadores en el laboratorio, Lerchl se queja amargamente de que él es sospechoso de actuar en nombre de la industria de comunicación inalámbrica. De hecho, hay muchas razones para mantener esta sospecha. La más convincente es, ciertamente, la sustitución de conocimiento que hizo a través de una fuerte creencia en la inocuidad de la radiación de radiofrecuencias que le permite hacer lo que ningún científico con una mínima cualificación sería capaz de hacer, esto es, excluir un riesgo inducido de radiación para la salud de la gente prácticamente cierto. Y finalmente, él mismo confirma la sospecha, cuando explica sus acciones contra el estudio REFLEX solamente por medio de razones económicas, mientras que no dice una sola palabra sobre su responsabilidad en la Comisión para la protección radiológica de Alemania con respecto a las persones expuestas a esas radiaciones. Cito: Si como en el presente caso se publican estudios que comprometen la reputación de una tecnología por completo –aquí: la comunicación inalámbrica- el dańo es probablemente grande debido a muy distintas razones. Cuando se va a levantar una nueva antena de telefonía, los ciudadanos que sienten que su salud está en riesgo, por lo general, protestan. Los proveedores de sistemas de comunicación inalámbricos son criticados, tienen que defenderse en plenos municipales, y parcialmente tienen que exponer bajo duras críticas porque una antena ha de situarse exactamente en ese lugar. Muy a menudo han de buscarse lugares alternativos, ya que después de que se haya escuchado la opinión de un experto, todo eso se conecta con altos costes. Finalmente, hay gente tan nerviosa que deciden por sí mismos y sus familias abstenerse por completo de usar teléfonos móviles. Estos dańos (la no finalización de contratos)son también difíciles de cuantificar y al final no son adecuados como base para una reclamación de dańos.

Nuevos resultados de investigaciones básicas contradicen a Lerchl
El progreso hecho en la investigación de los efectos biológicos de la radiación procedente de radiofrecuencias posterior al estudio REFLEX muestra claramente cuán infundados eran los cargos de Lerchl contra los resultados del estudio REFLEX. Sin embargo, resuelve el problema ignorando las abundantes publicaciones relevantes en apoyo de los hallazgos del estudio REFLEX que mientras tanto estaban disponibles. Este fallo, que es normalmente fatal para un científico, en su caso no le causó ninguna desventaja. A finales del 2010, Lerchl fue reasignado por el gobierno para un segundo periodo en la Comisión para la protección radiológica de Alemania. A pesar de ello, los autores de los artículos de Viena comenzaron a notar cómo cada vez más y más grupos de investigación internacionales publicaban resultados con conclusiones que ellos mismos habían apuntado algunos ańos antes, a saber, que la radiación generada por radiofrecuencias era potencialmente genéticamente dańina. Aquí van unos cuantos ejemplos:
- Franzellitti et al. publican en Mutation Research, Enero 2010 un artículo en el cual aportan evidencias de que en trophobastos humanos aislados la banda de AND se rompe de forma significativamente incrementada durante un periodo de exposición GMS, a un SAR de 2W/kg, de 16-24 horas repectivamente, tal como fue observado en Viena.
- Xu et al. también en 2010, con un artículo publicado en Brain Research en el cual informaron de que el ADN ańade causas ya que las mitocondrias de neuronas primarias cultivadas (células nerviosas) de ratas recién nacidas, se incrementan significativamente después de 24 horas de exposición a una tasa SAR de 2W/kg por medio de radicales de oxígeno. (?)
- Karaca et al. muestran en su artículo del Journal of Neuro-Oncology en 2011, cómo en células cerebrales de rata cultivadas, el número de micronuclei se incrementó por 11 después de una exposición a radiación de radiofrecuencias durante 3 días, a 6hr/día, a niveles mucho más bajas de los correspondientes a los niveles legales de exposición.
- Guler et al. presentan resultados en General Physiology an Biophysics en 2010, los cuales demuestran que los conejos blancos de Nueva Zelanda reaccionan entre otras cosas con un incrementeo de ADN-adducts después de la exposición GSM durante 7 días, durante 15minutos al día, en una frecuencia inferior a los niveles legales de exposición.
- Kesari et al. informan en la International Journal of Radiation Biology, en 2010 de que los campos electromagnéticos generados por radiofrecuencias incrementan significativamente la rotura de la banda de ADN en las celulas cerebrales de ratas después de una exposición de 35 días, durante 2hras/dia, en límites inferiores a los de exposición legalmente permitidos.

En conjunto, las publicaciones científicas que hablan de un potencial genotóxico de la radiación de radiofrecuencia y que han sido publicadas antes, durante y después del estudio REFLEX con seguridad suman más de 100. Todos estos artículos se declaran como no confiables o –incluso de manera algo más cínica- no “estresantes” por los responsables oficiales de la protección para la radiación en Alemania y son, por lo tanto, ignorados. Falta por ver, todavía, cuánto tiempo podrá ser suprimida la verdad que los efectos de la radiación de radiofrecuencias tiene sobre la estructura y la función de los genes y las posibles consecuencias para la salud humana, negando la realidad.

II. Corrupción institucional en acción para las intenciones de la DMF
Entre 2002 y 2008 un total de 54 estudios han sido desarrollados dentro del marco del Programa alemán de Investigación sobre Telecomunicaciones (DMF), diseńado por la Oficina Federal alemana para la protección de la radiación (BfS) y por científicos colaboradores de la industria de la comunicación inalámbrica. Fue financiado conjuntamente por el gobierno y por proveedores de telecomunicaciones con alrededor de 23 millones de dólares. Puede haber habido una razón especial para que la decisión del gobierno incluyera a la industria en la planificación del programa. Justo antes de que comenzase el DMF, el gobierno había recogido más de 65 billones de dólares de la industria por licencias que permitían la explotación y la operación de los nuevos estándares UMTS. Ya en aquellos días, el gobierno y la industria parecían ser conscientes del riesgo de que los resultado del DMF pusieran en cuestión ese acuerdo. Con seguridad, un riesgo para la salud humana de la radiación generada por radiofrecuencias demostrado dentro de DMF tendría como resultado la ruina económica de las licencias y también que el gobierno habría tenido que devolver ese dinero. Tal y como parece, ese desarrollo fue ya descartado de la planificación del DMF.

Como punto de partida del DMF, se tomaron las primeras indicaciones que seńalaban que habían sido observados efectos biológicos bajo los límites de exposición legales. Inevitablemente, surgió la cuestión sobre si los límites de exposición permitidos protegían suficientemente contra los posibles riesgos para la salud. Y, realmente, mientras se desarrolló el DMF, ninguno de esos miedos pudo ser confirmado. Como se seńal en el informe final del DMF, no podían consolidarse posibles efectos no termales. Además, no se obtuvo ningún apoyo a favor de la llamada “Hipótesis melatonina”, la cual afirma que el nivel de melatonina desciende por la radiación de radiofrecuencias. El resultado de estudios a largo plazo sobre el desarrollo del cáncer en animales, causado por la radiación de radiofrecuencias, fue igualmente negativo. La conclusión final fue que los resultados del DMF no daban ninguna razón para dudar de la protección de los límites de exposición legales para las personas. Se admite, sin embargo, que los efectos a largo plazo en nińos y adultos no han sido definidos en los estudios.

Hoy el resultado del DMF constituye la base principal para las políticas de protección para la radiación en Alemania. Considerando el estado de conocimiento actual derivado de los resultados de la investigación internacional, las conclusiones del DMF son seguramente insostenibles e incluso suenan un poco cínicas con respecto a los hechos admitidos de que –lo que realmente cuenta- los efectos a largo plazo en nińos y adultos no pueden ser excluidos. La idea que hay detrás de estas conclusiones está mejor demostrada por el intento de la industria de la comunicación inalámbrica y sus partidarios científicos de destruir los datos que se les oponen del estudio REFLEX. En contraste con esta extrańa actitud, se halla la alta estimación de los resultados que éstos posee para la pseudo investigación, financiada conjuntamente por gobiernos e industria, entre otros obtenidos en la DMF. Hay numerosos ejemplos que apoyos esta visión. Presentaré dos de ellos, aportados por la DMF –bajo la responsabilidad de Alexander Lerchl.

El proyecto de investigación de Lerchl sobre la hipótesis melatonina
Se produce siempre una experiencia extrańa para la industria de la comunicación inalámbrica, cuando más y más gente trata de paralizar la instalación de antenas de telefonía en su vecindario. Esto es debido al temor a padecer desórdenes del sueńo y de la salud, incluyendo cáncer, que podrían ser causados por la radiación de esas torres. En su protesta, a menudo se refieren, entre otras, a la llamada hipótesis melatonina y la inhibición de su liberación desde la glándula pineal a causa de la radiación de radiofrecuencias. Desde el momento en que esta hipótesis se convierte en una causa importante de desagradables confrontaciones con el público, necesitaba ser rechazada. Otra vez, Lerchl fue encomendado con esta tarea dentro de la DMF.

La neuro-hormona melatonina se sintetiza en la glándula pineal, localizada en el diencéfalo de los mamíferos. Se forma y se libera durante la noche, ambos procesos son inhibidos durante el día, dirigiendo así los ritmos circadianos en el organismo humano. Además, una serie de efectos positivos en el cuerpo humano, especialmente la recogida de radicales libres para la prevención del cáncer, se adscriben a la melatonina. En conjunto, la melatonina parece contribuir decisivamente al mantenimiento de la salud y con ello al estado de bienestar de la gente. Sin duda, la evidencia de inhibición de su síntesis a través de la radiación de radiofrecuencias crearía un obstáculo considerable para la expansión posterior de la tecnología de comunicación inalámbrica.

Las conclusiones de Lerchl
Para estudiar la hipótesis de la melatonina, Lerchl extrajo, de acuerdo con su informe final para el gobierno alemán, 500 glándulas pineales de hamsters y expuso los órganos durante siete horas a radiación de radiofrecuencias de dos seńales diferentes (no pulsadas y pulsadas) a cuatro niveles de absorción específicos diferentes (SAR). De los resultados concluye que la síntesis de la melatonina en glándulas aisladas no se inhibe a causa de la radiación sino que más bien se incrementa, y que debido a ello no hay ni base científica para la hipótesis melatonina ni razón para recomendar una disminución de los límites de exposición legales por la exposición general del cuerpo.

Mis conclusiones
1) Bajo condiciones fisiológicas, la síntesis de la melatonina en la glándula pineal es controlada por diversos centros directores fuera de la localización de su producción. El estudio sobre glándulas pineales aisladas ignora la dependencia de la síntesis de la melatonina de estos mecanismos reguladores. Sin considerar el sistema regulador al completo, la cuestión para ver si los campos electromagnéticos afectan a la síntesis de la melatonina y, así, probar o no probar la hipótesis melatonina, no puede ser respondida. Este hecho solo, es suficiente para concluir que el diseńo del estudio de Lerchl es defectuoso y que sus resultados no son significativos.

Figura 3: Efectos de campos electromagnéticos (1800Mhz, izquierda no pulsada, derecha pulsada) sobre la síntesis de melatonina en glándulas pineales aisladas (número de glándulas, supuestamente, 500)

2) Los datos presentados en la Figura 3 del informe final de Lerchl, muestran claramente que la síntesis de melatonina en las glándulas pineales después de exposición a radiación pulsada así como a no pulsada a un SAR de 8mW/kg medidas cada hora después del comienzo de la exposición resulta claramente inhibida. Lerchl ignoró este hecho porque supondría un apoyo a la hipótesis melatonina y, también, a la existencia de efectos no termales (para la salud). Debemos apuntar, que en condiciones de vida real, la intensidad de la radiación de las antenas de telefonía, difícilmente alcanza una tasa de 8mW/kg en la superficie del cuerpo humano, y en absoluto en el área cerebral donde la glándula pineal está situada.
3) Con respecto a los efectos observados bajo una tasa de 80mW/kg y 800mW/kg, Lerchl concluye que los datos contradicen la hipótesis melatonina, desde el momento en que él halló que no había influencia o incremento de la síntesis de melatonina. Lo último podría apuntar en su opinión a efectos positivos de la radiación de radiofrecuencias. Debemos apuntar que tasas de 8j0 y 800 mW/kg son intensidades de radiación que puede darse en la cabeza cuando utilizamos un teléfono móvil, pero están my lejos de las causadas por la radiación de antenas de telefonía y son, por lo tanto, apenas aceptables para el estudio de la hipótesis melatonina.
4) Además, Lerchl menciona el hecho de que con una tasa SAR de 2700mW/kg la síntesis de melatonina se incrementaba por la radiación no pulsada, pero se inhibía con la pulsada. Sin embargo, nada dice de las serias consecuencias de ese hallazgo. Si los efectos inversos de las diferentes radiofrecuencias se demostrasen verdaderos, los actuales límites de exposición habrían perdido su base científica puesto que las composiciones de seńales diferentes no fueron tomadas en consideración cuando se establecieron los límites. También, la tasa SAR de 2700 mW/Kg queda ligeramente por encima de los límites de exposición de 2000m/kg para la cabeza mientras se usa el teléfono. Este valor es, sin embargo, irrelevante, si la hipótesis melatonina se estudiara.
5) En la figura 4 de su informe final, Lerchl muestra además de la síntesis de melatonina en intervalos de una hora la producción completa de melatonina en las glándulas pineales durante el tiempo de exposición de siete horas. El porcentaje de incremento o de reducción de la síntesis de melatonina está calculado desde los valores obtenidos durante la exposición falsa que están fijado al 100%. Mientras que, de acuerdo con la figura 3, la síntesis de melatonina después de la exposición a radiación pulsada con un SAR de 8mW/kg se inhibe, en la figura 4 se incrementa a pesar de que los detalles de la exposición fueron idénticos. No existe explicación para esta discrepancia.

Figura 4: Presentación del total de la producción de melatonina a campos pulsados p< 0.05 vs control, durante 7 horas de exposición
6) Un mirada más profunda al trabajo de investigación de Lerchl nos es dada a través de la presentación de sus datos en la revista (de revisión por pares) Journal of Pineal Research. En la tabla 1 de su publicación la producción de melatonina por hora, calculada sobre la base del total de la producción durante el tiempo de exposición de siete horas, es ofrecido en pg/ml/hr. Como ya hemos mostrado en la figura 4 del informe final la síntesis de melatonina es otra vez incrementada después de la exposición a la radiación pulsada (GSM) a 8mW/kg. Esto es, sin embargo, opuesto a lo que era esperable de los datos ofrecidos en la figura 3 del informe final. Sólo uno de los dos descubrimientos contradictorios puede ser correcto.

Table 1: Melatonin production in pg/ml/hr during the exposure over 7 hours to unpulsed (CW) and pulsed (GSM) radiofrequency fields varying in intensity (mW/kg)

Intensity (mW/kg)

Melatonin production

8

80

800

2700
CW (unpulsed)

Pineal glands - control groups

21.75 0.29

17.24 0.31

11.47 0.28

15.65 0.28
Pineal glands - exposed
Relative to control (%)

17.22 0.30
79.8

19.31 0.31
112.0

17.54 0.32
152.9*

20.45 0.29
130.7*
GSM (pulsed)

Pineal glands - control groups

15.65 0.30

24.62 0.29

25.65 0.38

10.44 0.28
Pineal glands - exposed

17.49 0.31

26.04 0.30

39.75 0.23

6.90 0.24
Relative to control (%)

111.8

105.8

155.0*

66.1*
CW = continuous (unmodulated) exposure , GSM = modulated exposure according to GSM standard
Data represent melatonin synthesis in pg/ml/hr S.E.M.
*P < 0,05 versus control

7) Los datos de la tabla 1 nos ofrecen, sin embargo, importante información adicional. La síntesis de la melatonina después de la exposición falsa (de control), la cual constituye la base para el incremento o la reducción porcentual después de la radiación, varía en las series no pulsadas entre 11.47 y 21.75 pg/ml/hr y en la pulsada entre 10.44 y 25.65 pg/ml/hr. Esta enorme variación de los datos nos permiten concluir que los resultados obtenidos son (lo más probable) azarosos. O el diseńo del estudio era inadecuado para responder a la cuestión planteada o el laboratorio de Lerchl no tenía el conocimiento adecuado de la metodología aplicada para medir con corrección la melatonina. Esta última asunción viene refrendada por el hecho de que no se documentó ningún control positivo en el informe final o en la publicación a pesar de que 180 hamsters enanos fueron sacrificados para esta investigación adicional que habría sido absolutamente necesaria. No hay mención alguna de lo que sucedió cone llos. Resulta muy evidente, que algo equivocado o malo debe haber pasado con ellos.

Estudio sobre la carcinogénesis en ratones AKR/J de Lerchl
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Lyon, Francia, clasificó los campos magnéticos de baja frecuencia como “posible carcinógenos” en 2002. La decisión estuvo basada en los resultados de numerosos estudios epidemiológicos todos apuntando al incremento del riesgo de leucemia en nińos expuestos a esta radiación. Y afloró la sospecha de que la leucemia podría posiblemente ser generada a través de los campos de radiofrecuencias. Esta opinión, que podría poner en peligro la aplicación de tecnologías de radiofrecuencia bajo las condiciones actuales, requirió de una acción firme. Mientras que el DMF consideró esa posibilidad. Alexander Lerchl ofreció la garantía de que los intereses de política e industria estaban siendo debidamente considerados.

Debido a una modificación genética, el ratón AKR/J mostró linfomas malignos a la edad de cuatro meses que matarían aproximadamente al 100% de los animales durante su primer ańo de vida. En dos proyectos de investigación, Lerchl intentó investigar su la exposición de ratones durante varios meses a seńales GSM o UMTS influenciaba el comienzo y el curso del desarrollo del linfoma. En el estudio GSM, desarrollado durante Octubre 2002 y Septiembre 2004, 160 ratones fueron expuestos durante 24 horas/día a campos con una frecuencia de 900 MHz con un SAR DE 0.4W/kg. Otros 160 animales, el control, fueron expuestos falsamente con un equipo similar. Un grupo con 160 ratones era expuesto a campos con una frecuencia de 1966 MHz a un SAR de 0.4, mientras que el otro con 160 ratones servían para la falsa exposición de control. Cada uno o dos días, los animales era inspeccionados. Una vez a la semana, el peso corporal se determinaba y on esta ocasión se desarrollaba una palpación completa para que no escapara el inicio del linfoma. Tal pronto como aparecieron las primeras seńales de enfermedad (linfoma, falta de aliento, pérdida de pesa, piel erizada) los animales eran sacrificados. Al final del periodo de radiación, los pocos que todavía permanecían con vida también fueron sacrificados.

Conclusiones de Lerchl
En concordancia con su informe final para el gobierno alemán, Lerchl no pudo detectar efectos dańinos de la radiación de 900 MHz-GSM a la que el ratón AKR/J fue continuamente expuesto durante varios meses. De este hallazgo, concluye que los campos electromagnéticos aplicados en el experimento, con un alto grado de significatividad, no tienen influencia en el comienzo o el curso del desarrollo del linfoma, y que no hay razón para descender los límites de exposición legales para la exposición del cuerpo. En su artículo revisado a pares publicado en BioMed Central Cancer, este resultado se confirma y se complementa.

En su informe final del estudio UMTS, Lerchl afirma que, comparados con el grupo de control, el conjunto de ratones expuestos estaban en mejor estado de salud. Significativamente, una cantidad mayor de los ratones expuestos que de los ratones del grupo de control llegaron al final del periodo de radiación sin síntomas de enfermedad detectables. La posibilidad de que este efecto positivo pueda ser debido a la radiación UMTS se menciona explícitamente. Resumiendo los hallazgos, Lerchl sostiene que sus resultados (a) no apuntan ningún efecto dańino de la radiación prolongada durante meses a campos UMTS en una tasa SAR cinco veces superior que la exposición permitida para el cuerpo humano (80mW/kg), (b) que el estudio no ha encontrado razones para disminuir los niveles de exposición permitidos para el cuerpo humano, y (c) que los experimentos desarrollados son contribuciones importantes para el cuidado de la salud. La presentación de los resultados en la revista revisada por pares Radiation Research difiere de su informe final sólo en que el efecto de cuidado para la salud promovido por la radiación de UMTS no se vuelve a mencionar más.

Mis conclusiones
Los dos estudios ni de cerca alcanzan a haber contribuido en algo con el conocimiento sobre el efecto de la radiación de radiofrecuencias puede tener en el desarrollo de linfomas malignos in ratones AKR/J. Estas son las principales razones:
1) El enfoque de investigación estuvo diseńado de tal forma que Lerchl tuvo la oportunidad de tripular el curso del estudio en la dirección deseada. En ambos, los estudios GSM y UMTS, la mayoría de los animales fueron sacrificados durante el periodo de exposición. Los animales eran eliminados cuando mostraban los primeros síntomas de enfermedad. Puesto que los síntomas se desarrollaban más despacio en un periodo más largo, los datos de las muertes dependían de las impresiones subjetivas del investigador sobre el espado de salud de los animales. Como desde el mismo comienzo, Lercha tenía que tener en cuenta cuestiones críticas debido a su inusual plan de investigación, obviamente creía que podía contar con la afirmación de que los experimentos eran “ciegos” y que el código relacionado sería revelado sólo después de que finalizase la evaluación estadística. Sin embargo, una simple disposición de pruebas y el análisis de los resultados contradicen la afirmación de que hubiese tenido lugar un test ciego confiable.
2) En el estudio UMTS, el supuesto número de ratones que habrían alcanzado el final del periodo de exposición en buen estado de salud fue, en el grupo expuesto, de 28 animales, considerablemente más alto que el del grupo de control, con 14 animales (véase la tabla inferior). Mientras que esta diferencia fue presentada a los patrones del estudio con p>0.01 como claramente significativa y, después descrita en el informe final del estudio UMTS al gobierno como, al menos significativa (sin mencionar el nivel) y sobre todo ofrecida a la industria de la comunicación inalámbrica como un posible efecto positivo de la radiación UMTS, el artículo publicado no menciona más este hallazgo. A pesar del mismo número de animales, el nivel de significación es dado con P=0.055 y –de acuerdo con la comprensión de Lercha de la biología y la estadística- no merecía discusión ulterior. Este fenómeno pué, sin embargo, ser explicado de la forma más simple. El investigador evaluó el estado de salud del ratón expuesto como siendo mejor que el de los no-expuestos, dado que esa es la línea de la visión prevalente en el laboratorio de Lercha, que la radiación de radiofrecuencias no tiene efectos biológicos. En su afán, Lercha no se dio cuenta de que se excedió un poco.
3) La asunción está casi confirmada por las figuras mencionadas en las publicaciones. El tiempo de supervivencia media subjetivamente determinada de los ratones expuestos en ambos estudios (véase la tabla inferior) con 190 (GMS) y 172 (UMTS ) días era claramente más elevada en la de los grupos de control, donde sólo había 183 (GMS control) y 165 (UMTScontrol) días. El supuesto efecto positivo de la radiación de radiofrecuencias, sin embargo, no está en línea con el tiempo medio para el desarrollo de linfomas que se diagnosticaron histopatológicamente después de que los animales hubieran sido sacrificados. En ambos estudios el tiempo medio para el desarrollo de un tumor era de 183 (GMS) y 141 (UMTS) en los grupos expuestos, claramente más cortos que en el grupo de control con 193 (GMS control) y 149 (UMTS control). Por lo tanto, la sospecha de un que la radiación de radiofrecuencia promovía efectos cancerígenos estaba ciertamente justificada. La observación de que el primer ratón que murió del grupo expuesto, murió de linfoma a los 60 días mientras que en el grupo de control el primero lo hizo después de 88 días, habla también a favor de esta asunción. Es más bien improbable que el curso inverso del tiempo medio de supervivencia y del desarrollo del linfoma sea pura coincidencia. Y, además, habla a favor de la asunción de que los datos habían sido manipulados.

Healthy animals at end of exposure period

Median survival
(days)

Median tumor development (days)

Subjective assessment by the investigator

Subjective assessment by the investigator

Objective histological examination

UMTS GSM

28 (17.5 %)
- 

172
190

141
183

UMTS control
GSM control

14 (8.8 %)
- 

165
183

149
193

4) En ambas publicaciones se seńala que los experimentos desarrollados no permiten hablar sobre el comienzo ni el curso del desarrollo del tumor puesto que para tal investigación habría sido necesario matar los animales a intervalos de tiempo fijados sin tener en consideración síntomas clínicos. Como esta afirmación es sin duda alguna verdadera, la cuestión que debe ser planteada es por qué Lerchl no desarrolló los estudios sirviéndose de buenas prácticas científicas sino bajo un diseńo inaceptable desde un punto de vista científico. El hecho de que no se ofrezca respuesta en ningún lugar a esta cuestión crucial sólo puede ser visto con una mayor evidencia de que los estudios de Lerchl no alcanzan los estándares de calidad mínimos que se exigen en ciencia. Por lo tanto, ambos estudios no deberían haber sido aprobados, financiados o desarrollados en el modo en que lo fueron.

La lenta retirada de Lerchl de su amada idea de que es el estado de salud y la esperanza de vida de un ratón se veían mejorados a través de la radiación UMTS, arroja una luz especial sobre su comprensión de la estadística. Para alejarse finalmente de la insostenible posición tuvo que transformar lo una vez consideró estadísticamente significativo en no significativo, y lo hizo por medio de un mal uso de la estadística. Una confesión tal sobre un fallo personal habría causado pesadillas en otros científicos. No así en Lerchl, cuyos resultados del estudio del ratón ARK/J todavía son utilizados por el gobierno federal para apoyar su visión de que el riesgo de cáncer debido a radiación de radiofrecuencias no existe. En contraste con el estudio REFLEX el gobierno federal obviamente no ve razón alguna para desconfiar de los resultados de la pseudo-investigación de Lerchl.

III. Corrupción institucional en acción mientras se incrementan los límites de exposición
La discusión sobre los posibles efectos biológicos adversos de las radiaciones de radiofrecuencia comenzaron ya antes de la segunda Guerra Mundial. Durante la guerra, cuando la aplicación de radares con intenciones militares resultaron cada vez más decisivos para su resultado, las consideraciones de los posibles riesgos para la salud de la gente se suspendieron. Después de la guerra, la ampliación de los límites de exposición no pudo ser evitada por más tiempo, debido a la experiencia realizada mientras tanto con esta tecnología. La cuestión decisiva de si, más allá de los conocidos efectos termales de la radiación de radiofrecuencias existían también efectos no termales, no se decidió son datos científicos sino ex cathedra. En oposición al estado actual de conocimiento, la concurrencia de efectos no termales fue ignorada por la política y por la industria hasta hoy. Por qué y cómo esta concepción equivocada se abrió camino es el tópico de mi siguiente sección.

Los límites de exposición descansan sobre pseudo-ciencia
Herman Paul Schwan, un biofísico alemán que había comenzado su investigación sobre los efectos biológicos de los campos electromagnéticos en el inicialmente Kaiser Wilhelm Institut für Biophysik de Frankfurt y que continuó después de la guerra en los US jugó un papel importante en la determinación de los primeros límites de exposición. Al inicio de los ańos 50, Schwam afirmó casi ex cathedra que no había efectos biológicos causados por radiación de radiofrecuencias más allá de allá de los surgidos por el aumento de temperaturas en tejidos orgánicos, puesto que cualquier otra cosa sería contradictorio con las leyes de la física. En 1953, Schwan propuso a la marina de los US, un primer límite de exposición con un poder de densidad de 10mW/cm” con el que él confiaba que se prevendría el aumento de temperatura en el cuerpo humano.

Inicialmente, fueron necesarios límites de exposición solamente para personal de las fuerzas armadas y en ciertos lugares de trabajo donde la gente estaba expuesta a la radiación de radares. La exposición detectable para el público general sólo comenzó con el teléfono móvil en los ańos 90. Fue entonces asumido que la gente estaría confiablemente protegida, si el límite de exposición válido para lugares de trabajo era reducido por un factor de 10 hasta 1mW/cm2. La concepción posterior de Schwan de que efectos no termales no podían ser excluidos con certeza suficiente fue ignorada. Mientras tanto, el complejo industria-militares había adquirido plena familiaridad con el potencial de esta tecnología y estaba determinado a prevenir que su aplicación fuera restringida debido a preocupaciones relacionadas con la salud de la gente.

El debate de si existían o no, además de los no debatidos efectos termales de la radiación de radiofrecuencias, efectos no termales eclipsaron numerosas conferencias científicas entre 1955 y 1990 en los US y en otros lugares. Finalmente el problema fue resuelto de la manera más sencilla posible: los científicos que afirmaran haber encontrado evidencias de efectos no termales fueron ridiculizados y la financiación de su investigación fue suspendida. Así, el objetivo de expandir el uso de la radiación de radiofrecuencias, tanto como resultara técnicamente, posible pudo ser alcanzado. Sin embargo, eso solo fue posible porque científicos cooperaron estrechamente con la industria cada vez más en dominio de los consejeros científicos y los cuerpos de toma de decisiones. De ese modo, principios económicos determinaron la instalación y mantenimiento de los estándares de exposición, mientras que aspectos relativos al bienestar y la salud de la gente fueron prolongadamente ignorados.

ICNIRP Europe

IEEE
U.S.

Russia
Far-field exposure

1 mW/cm2

1 mW/cm2

0.001 mW/cm2
Near-field exposure - a) whole body

0.08 W/kg

0.08 W/kg

?
Near-field exposure - b) head

2.0 W/kg

1.6 W/kg

?
Niveles actuales de exposición a radiación de radiofrecuencias en Euroa, EEUU y Rusia
Las guías de actuación de EEUU contituyen el modelo de las guías de actuación de Europa
Los límites de exposición en los EEUU fueron desarrollados por el Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE), durante el último cuarto de siglo del siglo XX. Europa fijó sus propios estándares de exposición basados sobre el mismo modelo simple del exclusivo aumento de temperatura, como en los EEUU. Un hito decisivo en la promoción de intereses económicos fue la fundación de la Comisión Internacional para la protección de la radiación No-ionizante (ICNIRP) en 1992 por el Dr. Michael Repacholi, jefe del Proyecto EMF (campos electro magnéticos) de la OMS. ICNIRP es una asociación privada por la cual Repacholi, en virtud de su posición recibió reconocimiento oficial de la OMS, la UE y muchos de sus estados miembros, incluyendo a Alemania. Repacholi, primer responsable y hasta la fecha miembro de honor de la ICNIRP, se retiró en 2006 después de haber sido acusado de corrupción por la OMS y se unió al gigante compańía eléctrica de US como asesor. El científico Andrew Marino afirma en su libro Yendo a alguna parte que Repacholi se habría convertido con ayuda de la industria en una especie de Zar de los campos electromagnéticos en una de las agencias de la OMS desde donde apoyaba que se enseńase al mundo qué son los campos electromagnéticos. Dice Marino que él es uno más de los numerosos expertos que ocupan el lugar del conocimiento profesional por medio de la fuerte creencia en la seguridad de los campos electromagnéticos. Por supuesto, la fuerza de su creencia es directamente proporcional al, para él, efecto recompensatorio

La ICNIRP adoptó el pseudo-teorema de Schwan que dice que no existen otros efectos para la salud que los termales de la radiación de radiofrecuencias, pero reaccionó ante las crecientes críticas con una ligera modificación de los límites de exposición. Propuso una densidad de potencia de 0.45mW/cm2 para campos de 900-Mhz, de 0.9mW/cm2 para campos de 1800 MHz, yde 1.0mW/cm2 para campos de 2100MHz. Estas propuestas que excluyen sólo efectos a corto plazo y agudos para la salud por la radiación de radiofrecuencias basado en el incremento de temperatura, pero no todo los posibles efectos a largo plazo tales como el desarrollo de cáncer y desórdenes neurodegenerativos, fueron adoptado por la OMS y la UE en 1998 y recomendados a sus estados miembros.

Desde el momento en que la intensidad de la radiofrecuencia emitida desde torres de telefonía a la que el cerebro humano está expuesto de la distancia más cercana posibles es de 1000 a 10.000 veces superior a la comparada con la de la radiación de teléfonos móviles, los límites de exposición tuvieron que ser fijados también para radiaciones de campos cercanos. Para este propósito, se desarrolló la tasa de absorción específica (SAR) –la cuál puede medirse sólo indirectamente. Un modelo de cabeza humana estandarizado hecho de plástico y relleno de un líquido enriquecido con electrolitos para ajustar la conductividad eléctrica a la del cerebro humano se expuso a radiación de radiofrecuencias de teléfonos móviles. Un detector de campo en el líquido manejado por un ordenador ofrece los datos requeridos para determinar el SAR. Este enfoque absurdo asume que el cerebro humano reacciona a la radiación de radiofrecuencia de la misma manera en que lo hace un material muerte. No considera que el cerebro humano contiene cientos de billones de células vivas, las cuales operan y se comunican entre sí sobre la base de mecanismos electroquímicos. Que esos mecanismos pueden ser trastornados muy fácilmente por los campos electromagnéticos ha sido demostrado muchas veces ya. Para un doctor en medicina como yo, solamente esto es una razón suficiente para dudar profundamente de la protección prometida por las tasas SAR que solamente están basado sobre deliberaciones físicas pero olvida consideraciones biológicas.

La armonización internacional de los límites de exposición falla debido a la falta de credibilidad
A finales de los ańos 90, la OMS con Repacholi comenzó a intentar armonizar los límites de exposición (basados en los ) recomendados por la ICNIRP. A pesar de ello, no tuvieron mucho éxito. La razón principal fue que la sospecha de que garantizaban la seguridad estaba lejos de poder alcanzarse, e incluso peor, que los límites de exposición protegían más los intereses de la industria que los del públicos generales. Esa asunción estaba finalmente apoyada por organizaciones como la Agencia de Protección Ambiental de los EEUU (EPA) que denominó a los estándares americanos ya en 1990 como “seriamente fallidos” parcialmente por fallar en considerar los efectos no térmicos. Después de eso, la EPA fue absuelta de su responsabilidad de proteger a los ciudadanos de EEUU de la radiación de campos electromagnéticos. Y finalmente, el Parlamento Europeo afirmó en 2008 que los estándares del ICNIRP estaban también obsoletos. Pero todo esto no hizo cambiar la opinión de quienes toman las decisiones en la mayoría de los países europeos, incluida Alemania.

La oposición contra una armonización basada en los estándares de la ICNIRP vino en primer lugar desde China y especialmente de Rusia, donde seis décadas de investigación sobre los efectos biológicos de la radiación de radiofrecuencia había producido un estado de conocimiento totalmente diferente. El profesor Karl Hecht, miembro elector de la Academia rusa de Ciencias Médicas informó en un texto a una institución del gobierno alemán en 1996 que los limites de exposición de Rusia serían mucho más bajos que los del Oeste que, en su opinión, estaban basados en pseudo-ciencia. Pero apelando al conocimiento actual, incluso los límites de exposición de Rusia no ofrecen protección fiable para la salud humana. Hecht, un doctor médico retirado, con grandes méritos en medicina espacial, está convencido de que los parámetros aplicados actualmente para determinar los límites de expsición en general no son adecuados para garantizar la protección de la gente frente la radiación no-ionizante porque no contemplan el orden inherente a los organismos biológicos, especialmente las funciones altamente organizadas del cerebro humano. Yo estoy de acuerdo con sus conclusiones.

En esta conexión, siento que debo permitir cuál es la experiencia personal de Hecht en este área de investigación en la Alemania unificada, después de la caída del Muro de Acero. Cito: Como conozco de la lucha de 50 ańos por una protección real contra la radiación de campos electromagnéticos, los abogados de los límites de exposición elevados… no tratan a sus oponentes con afecto, estoy seguro que en el futuro sufriré represalias, calumnias y discriminación. Con orgullo combatiré lo que me espera en ese rodaje y por ese trato y estaré agradecido de recibir apoyo de aquellos a quienes intento ayudar. Lo consciente que era la administración rusa –durante la guerra fría- de los efectos biológicos producidos por la radiación de radiofrecuencias puede mostrarse por la casi permanente irradiación de la embajada americana entre los ańos 1962 y 1979 con campos magnéticos de radiofrecuencias o modulaciones diferentes, pero de baja intensidad. De cuatro embajadores de aquellos ańos, dos murieron de cáncer. Y un tercer miembro de la plantilla de la embajada tuvo leucocitosis y anormalidades cromosómicas. Un costoso, pero secreto proyecto en los US llamado Pandora se llevo a cabo para estudiar los efectos causados por esta radiación del personal de la embajada y para entender las razones por las que los rusos lo hicieron. Hasta donde yo sé, los resultados de Pandora nunca han sido publicados. La protesta de US, sin embargo, fue débil porque las evidencias de los efectos fatales de la radiación de radiofrecuencias habría tenido severas consecuencias para uso militar y económico de esa tecnología dentro de su propia esfera de influencia.

Los campos electromagnéticos de radiofrecuencia son “posiblemente carcinogénicos para humanos”
Lo peor que podía sucede hasta entonces a los partidarios de los límites actuales de exposición tuvo lugar en Lyon, Francia, in Mayo de 2011. La Agencia Internacional para la Investigación para el cáncer (IARC) clasificó como ”posible carcinógeno en humanos”. La decisión estuvo basada en el voto de 30 científicos quienes habían discutido ampliamente durante su encuentro de una semana que precedió al voto. Alexander Lerchl solicitó participar, pero fue oficialmente declinado debido a sus vínculos con la industria y su prejuicio en relación al estado de conocimiento. Brevemente antes del meeting se reveló que él había estado intencionalmente activo en interés de la industria de la comunicación inalámbrica al menos durante una década.

IARC-scheme for the stepwise classification of a carcinogenic risk:

Group 1 - the agent is carcinogenic to humans
Group 2A - probably carcinogenic to humans
Group 2B - possibly carcinogenic to humans
Group 3 - not classifiable as to its carcinogenicity
Group 4 - probably not carcinogenic to humans

De acuerdo con el panel de la IARC, los resultados de los estudios epidemiológicos habían sido decisivos para la clasificación de “posiblemente carcinogénico”. Estos estudios observaron, después de un plazo largo (<10 ańos) y el uso intensivo de teléfonos celulares, un incremento del riesgo de padecer tumores cerebrales exactamente en el lado de la cabeza en el que se sostiene el teléfono móvil. Los resultados de los experimentos en animales, aunque de menor importancia, apoyaban la decisión. Aún así los resultados de la investigación básica como la del REFLEX que mostró cambios en la estructura y las funciones de los genes de células humanas y animales aisladas así como en animales vivos después de la exposición y que habrían ofrecido peso a las observaciones epidemiológicas no fueron tenidos en cuenta. De haber sido incluidos, la clasificación no habría sido “posiblemente carcinogénico” sino más bien “probablemente carcinogénico”. Sin embargo, obviamente no era intención del IARC, una organización de la OMS, confrontarse a la política y a la industria que había esperado una clasificación de “no clasificable” con una decisión tan severa.

La nueva clasificación es un disparo de advertencia para la industria de comunicación inalámbrica tanto como, por su parte, para muchos gobiernos. Con bastante obviedad sus fortalezas, esto es, los comités nacionales e internacionales que habían llenado de científicos pagados en el curso de varias décadas para proteger sus intereses habían sido gravemente dańados. La contraofensiva, que mientras tanto había dado comienzo por estos “expertos” probablemente no conseguirá revertir el desarrollo antes de Mayo de 2011. Por ejemplo, la afirmación de Lerchl de que la IARC con esta decisión había arruinado su reputación como organización científica pudo provocar lo opuesto de lo que pretendía. Afortunadamente, esto abriría los ojos de aquellos políticos responsables de la salud pública. Ahora se les ofrece la oportunidad de reconocer de que por mucho tiempo han seguido consejeros equivocados y el camino equivocado en relación a la protección de las personas de un importante riesgo ambiental para salud. Sin duda ha llegado el momento de ajustar la tecnología de comunicación inalámbrica al organismo humano, ya que el camino opuesto, que ha sido seguido por demasiado tiempo, podría acabar en una catástrofe.

IV La corrupción institucional es el cáncer de la sociedad
El Centro Edmond J. Safra de Harvard ha estudiado los problemas de corrupción institucional durante hace varios ańos. Hay, ciertamente acuerdo en que es de relevancia social, si la mutua comprensión entre la toma de decisiones de políticos y los representantes de las industrias con potencial económico se alcanza a costa de la sociedad. Como se seńala en la página web del Centro Safra, la constitución institucional está generalmente basada en prácticas legales que se aplican dentro de un conjunto de normas societarias. Operan de acuerdo con el dicho que afirma “uno y otro se conocen, uno y otro se ayudan”. Pero una segunda visión puede revelar que una cooperación tan amigable puede estar basada, al menos parcialmente, sobre prácticas ilegales. No existe en absoluto duda sobre que la industria de comunicación en Alemania está bajo una especial protección por parte del gobierno federal. La razón de esto es su notable importancia socio-económica, su enorme capacidad financiera y ciertamente su sostenibilidad. El hecho de que el gobierno tenga a esa industria en tal alta estima le ofrece la posibilidad única de hacer conscientes a quienes toman las decisiones de sus ideas y visiones sobre la inocuidad de la radiación de radiofrecuencias de la forma más rápida y más directa. El escándalo comienza con la adquisición de información sobre la que estas ideas y visiones está basada. Obviamente, incluyen mensajes como el que dice que los resultados del estudio REFLEX han sido fabricados. Por supuesto, esta es la posición oficial tomada por la política.

El manejo del estudio REFLEX
La maliciosa campańa de Lerchl y del rector contra el estudio REFLEX –debo admitir- alcanzó sus objetivos en gran medida a pesar de su fallo sobre los hechos. La industria de las telecomunicaciones y la política no tienen razón para quejarse del resultado de la campańa, incluso si los esfuerzos en la retracción de dos artículos de la literatura científica, acusados de fraude, fallaron. De acuerdo con el dicho semper aliqued haeret (siempre algo queda) el estudio REFLEX perdió la mayor parte de su impacto científico debido a la distribución mundial de la alegación de fraude. Ese único hecho ha contribuido ciertamente a su satisfacción que dos comités éticos exoneraron al grupo de investigación de Viena de las acusaciones de fraude, pero criticaron la cualidad científica de sus publicaciones. Lo hicieron a pesar de que no tenían orden de desarrollar una revisión científica ni tenían la experiencia científica para esa tarea. Obviamente tomaron en consideración más los intereses de las instituciones implicadas que la reputación científica del grupo de investigación acusado de fraude. De cualquier modo, basado en las incidencias en torno al estudio REFLEX, no puede haber muchas dudas de que las prácticas de corrupción institucional fueron utilizadas por la industria de comunicación inalámbrica con la aprobación de políticos para eliminar resultados de la literatura científica que hacían peligrar la existencia de los económicamente importantes estándares de exposición. Lerchl, el organizador de la campańa contra el estudio REFLEX, entretanto, es internacionalmente bien conocido debido a su agresión contra científicos cuando los resultados de sus investigaciones no concuerdan con sus creencias. No sin orgullo, apunta a su membresía en el Comité Internacional de Ética de la Publicación de Londres, demostrando así que el está obligado al manejo de la calidad de la investigación así como al de la ética en ciencia. El impacto de este compromiso en sus propios estudios va a ser mostrado a continuación.

Contribuciones de Lerchl al DMF
El análisis crítico de los proyectos de investigación de Lerchl muestra que sus resultados –adoptando la terminología de Lerchl cuando critica investigación de científicos con visiones desviadas- están de hecho basados en ciencia-basura. Desde el momento en que deben su existencia en la más alta probabilidad a la pura suerte o incluso a la manipulación, son, desde un punto de vista científico, insignificantes. La razón por la cual este conocimiento no fue obtenido mucho antes puede fácilmente ser visto en el hecho de que en la DMF no se ha desarrollado ningún control de calidad efectivo. Hay considerables evidencias de que ambos proyectos de investigación desde el comienzo no estuvieron dirigidos para la obtención de conocimiento nuevo, sino que más bien intentaban servir a los intereses de la industria y la política. De acuerdo con la evaluación de resultados del gobierno este objetivo ha sido alcanzado. Por lo tanto, la política de protección de la radiación del gobierno descansa únicamente sobre resultados científicos que han sido generados bajo las siguientes condiciones: (a)proyectos de investigación que infringen la Acta de Protección e Animales por el Comité Ético de una universidad, (b) financiación parcial de los proyectos de investigación, cuyo diseńo excluye desde el principio la posibilidad de alcanzar la meta de la investigación, por la Oficina Federal Alemana para la Protección de la Radiación por medio de impuestos (c) diseńo, desarrollo y evaluación de los proyectos de investigación por los lobbies de la industria de la comunicación inalámbrica cuyos prejuicios has sido mientras tanto confirmados por la IARC, y (d) publicación de los datos de la investigación en revistas científicas con procesos de revisión por pares basados no en ciencia sino en complacencia. Puesto que existe una relación intrínseca entre el manejo de la cualidad en la investigación y la ética en ciencia, el gobierno federal debe saber que las malas prácticas científicas tales como la deficiencia en el diseńo, el desarrollo y la evaluación de estudios son a menudo asociadas con el fraude. El hecho de que una asociación tal no pueda en modo alguno ser excluida en relación a las actividades científicas de Lerchl, ciertamente, harían de él alguien prescindible como miembro del Comité de Ética de la Publicación, pero no podría ser reemplazado de ningún modo en el Comité alemán de Protección para la Radiación en tanto en cuanto la industria y la política persigan sus objetivos con prácticas de corrupción institucional sin considerar preocupación por lo público.
La batalla por los límites de exposición
La investigación de Lerchl da la impresión de que estaba animada desde el principio por confirmar la fiabilidad de los actuales límites de exposición. La historia de la investigación sobre los efectos biológicos de los campos electromagnéticos generados por radiofrecuencias muestra que los límites de exposición, desarrollados en los EEUU y transferidos a Europa, están de hecho basados en pseudo-ciencia. Se levantan sobre la asunción de que no existen otros efectos de la radiación de radiofrecuencias aparte de los termales. Resultados críticos de investigaciones de grupos de investigación independientes ha sido ignorados durante décadas para hacer posible un uso casi no restringido del potencial de esta tecnología. Por supuesto, hay razones para eso. Puesto que estos resultados demuestran con claridad que los efectos biológicos relevantes para la patogénesis de enfermedades existe a niveles de lejos mucho más bajos de los límites de exposición, estos habrían privado a las leyes actuales de protección de la radiación de su pretendida base científica. La negativa de instituciones gubernamentales a reconocer este hecho hasta hoy solamente ha sido posible, debido a que la industria sabía cómo resolver el problema –como se muestra con el manejo del estudio REFLEX y la pseudo-investigación dentro de la DMF. No hubo ningún problema en reclutar a científicos y periodistas obedientes los cuales se volvieron activos cuando la comunidad necesitó ser apaciguada después de que nuevos artículos alarmantes hubieran sido publicados. El mantenimiento de los niveles de exposición actuales, lo cual es mucho más alto de lo necesario y con certeza no provee ninguna protección, puede eventualmente tener fatales consecuencias para la gente. En el presente, los límites de exposición ofrecen base para el gobierno para protegerse a sí mismo legalmente cuando descuidadamente rehúsa las medidas de precaución solicitadas por una minoría y cuando apoya sin escrúpulos la expansión de la tecnología de telecomunicación conducida hacia adelante por la industria. Confiando en que el gobierno está obligado a proteger a sus ciudadanos de cualquier riesgo ambiental para su salud, la mayoría de la gente desean aceptar los actuales límites de exposición. Aquellos que se levantan porque sienten que su salud corre peligro por la radiación de las torres de telefonía apenas tienes oportunidad de ser tomados en serio cuando llevan sus casos ante la justicia. La justicia en Alemania no acepta dańos a la salud causados por la radiación de antenas y torres de telefonía, ya que en su opinión esos dańos no existen porque los límites de exposición están siempre controlados y, incluso mejor, sólo se alcanza una capacidad del 10%. Mientras la mayoría no se de cuenta de que podría ser víctima de la corrupción institucional, una minoría –convencida de que por largo tiempo- tiene que vivir con la percepción de que nadie puede ayudarle en su miseria.

La actitud de la industria y la política
Los métodos utilizados por la industria de la comunicación inalámbrica para defender su posición varía de caso a caso. Usualmente, la línea de acciones contra los hallazgos científicos que podrían tener un impacto negativo en el debate público depende obviamente del efecto esperado. Resultados de menor importancia simplemente son clasificados como ciencia-basura y, así, neutralizados por el futuro. Si su importancia alcanzara un nivel más alto y, por lo tanto, constituyese un peligro para las posiciones tomadas por la industria, la repetición sería el medio para tener la oportunidad de librarse de esos resultados. Investigaciones generosamente financiados por la industria y supuestamente desarrollados con una metodología mejorada normalmente acaba con un resultado negativo. Si los resultados amenazan el concepto de seguridad al atacar los límites de exposición como en el caso de los datos del informe REFLEX la industria obviamente no se acobarda y lanza campańas públicas dirigidas contra los hallazgos indeseados y sus autores. Los medios son siempre los mismos: acusaciones de fraude y difamaciones personales contra los autores. La industria de comunicación inalámbrica de los US ha acuńado el término juego de guerra para tales casos excepcionales. Lerchl ha mostrado en el pasado que él es el comandante de toda esta tecnología.

La exitosa aplicación de estos métodos por la industria de comunicación inalámbrica requiere de la asistencia de adecuados representantes de las organizaciones científicas, quienes están deseando prestar esos servicios. Tener carácter y cualificación profesional son malos requisitos para un trabajo así. El nombramiento de esas personas como “expertos” y su compromiso nacional e internacional por los intereses de la política y la industria ciertamente pertenece a las prácticas más perfidiosas de la corrupción internacional. La designación de Lerchl como miembro de la Comisión alemana para la protección radiológica y su renovación por otros dos ańos en 2010 es uno de esos casos. En esta comisión, él es responsable de proteger a la gente en Alemania frente a los riesgos potenciales para la salud de la exposición a campos electromagnéticos. Con base en su propia convicción de que la gente esta protegida de manera fiable por los límites de exposición actuales, ciertamente, él no tiene ninguna duda de que está a la altura de su responsabilidad en esa posición. Su opinión de que la protección de la radiación en Alemania es de los estándares más altos posibles y su trivialización de los efectos potencialmente adversos de la radiación por radiofrecuencias son la base del estrecho compańerismo entre Lerchl, los políticos y la industria. Esto dio como resultado una financiación privilegiada de otros diversos proyectos de investigación en el laboratorio de Lerchl aparte de los presentados aquí, por la alta estima de sus contribuciones a la DMF, por parte del gobierno, y, finalmente, en su designación por un segundo periodo a la comisión de protección radiológica.

Conclusión final
El mayor dilema está en el hecho de que los esfuerzos de la política y la industria de esconder la verdad, incluso con el apoyo de los medios de comunicación, están teniendo éxito. El público general tampoco tiene idea de los efectos probablemente adversos de la radiación por radiofrecuencias o tiene plena confianza en los límites de exposición que según sus gobiernos los protegen de manera fiable. Por supuesto, la gente comprensiblemente prefiere desconfiar de aquellos científicos que se preocupan contra riesgos probables para su salud, especialmente cuando su reputación moral y profesional ha sido dańado por medio de la corrupción institucional. Campańas sucias como las llevadas a cabo por Lerchl han dejado seńas. Los resultados de la investigación básica y los estudios epidemiológicos han sido ignorados ampliamente por el público, a pesar de que indican en conjunto un incremento significativo en el riesgo de padecer un tumor cerebral para los usuarios de teléfonos móviles desde hace más de 10 ańos. Con la tasa actual de 5 billones de usuarios de teléfonos en todo el mundo, una catástrofe humana está probablemente en camino. En las democracias, es un principio básico que por encima del poder y quienes lo ostentan están las leyes, las normas, y las regulaciones a las cuales esos poderosos tiene que someterse. La historia nos enseńa que las advertencias tempranas muy a menudo son seguidas por reflexiones tardías por las que muchas personas tiene que pagar con la enfermedad y la muerte prematura. Como se muestra aquí, estas normas y regulaciones están en el presente pisoteadas por los responsables de la protección de la radiación en Alemania y ciertamente en todas partes. En vez de continuar el trayecto de la corrupción institucional, los gobiernos deberían reforzar y reorientar sus políticas de protección de la radiación.

Por lo tano, se requiere que los gobiernos tomen las siguientes acciones:
1) Librarse de los expertos intervenidos, de los comités de protección de la radiación nacionales e internacionales
2) Asegurar la investigación cualificada en el área de los campos electromagnéticos financiando investigación independiente.
3) Bajar los actuales límites de exposición al mínimo, lo suficientemente elevado como para garantizar el funcionamiento de la tecnología.
4) Informar a la gente del estado real del conocimiento y tomar medidas de precaución que puede de hecho proteger a la gente.

Por el interés de la sociedad democrática es necesario que sea plenamente informada sobre lo que está sucediendo tras la cortina política, sin importar las consecuencias. Dedicarse uno a esta tarea, que no promete gloria ni fama es mejor que sea tomada por un científico que está al final de su carrera y cuyo objetivo sólo es proteger la salud y el bienestar de la gente en todo el mundo, ahora mismo puesta en peligro por la expansión incontrolada de las tecnologías inalámbricas.

Literature covering the topic
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Becker RO & Selden G (1985) Thebody electric: electromagnetism and foundation of life. Morrow NY, ISBN 0-87395-560-9
Bevington M (2008) Attitudes to the health dangers of non-thermal EMFs. A review of the polarization in attitudes towards research into the health dangers of non-thermal electromagnetic fields (EMF). http://www.es-uk.info/docs/20080117_bevington_emfs.pdf
Marino A (2010) Going Somewhere: Truth about a life in science. Cassandra Publishing, ISBN 9780981854915
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Slesin L: Microwave News. Online Periodical. http://www.microwavenews.com
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