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La Verdad de Murcia, 16/11/06
Murcia: Ingenieros y farmacias lanzan una campaña para convencer de que las antenas de telefonía no son perjudiciales
Jueves 16 de noviembre de 2006 · 1567 lecturas
La Verdad de Murcia, 16/11/06
Ingenieros y farmacias lanzan una campańa para convencer de que las antenas de telefonía no son perjudiciales
Los expertos aseguran que emiten entre 500 y 900 veces por debajo de los «límites de seguridad», y niegan que provoquen cáncer
J. P. PARRA/MURCIA
OPOSICIÓN. Vecinos de Aljucer, en una protesta contra una antena (foto de archivo). / G. CARRIÓN / AGM
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Un extendido miedo social
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Ingenieros y farmacéuticos han unido sus voces para tratar de convencer a la sociedad de que las antenas de telefonía móvil que pueblan las ciudades no son perjudiciales para la salud. Esta idea, muy extendida entre los ciudadanos, no se sustenta «en ninguna prueba científica convincente», según aseguró ayer el decano del Colegio de Ingenieros de Telecomunicaciones, Francisco Iniesta. Los niveles de exposición a ondas electromagnéticas «son muy bajos», ya que las mediciones indican que estas estaciones de telefonía móvil «emiten entre 500 y 900 veces por debajo de los niveles de seguridad».
Iniesta hizo estas declaraciones durante la presentación de una jornada sobre Emisiones radioeléctricas y Salud organizada por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de la Región, que se ha comprometido a explicar a los usuarios de sus oficinas de farmacia la ausencia de «base científica» en los miedos a la telefonía móvil.
La Región cuenta en estos momentos con 831 antenas móviles, según los datos facilitados ayer por la Consejería de Industria. Sin embargo, la presión social ha frenado la instalación de otras muchas. Estamos ante «una situación de parálisis», denuncia Iniesta. «Difícilmente se pueden obtener licencias si no hay una normativa que regule cómo se dan esas autorizaciones», explica el decano de los ingenieros de telecomunicaciones. Las compańías de telefonía móvil se encuentran con el freno de los ayuntamientos, que evitan autorizar este tipo de instalaciones por el rechazo social que provocan. Los ingenieros achacan el problema a la falta de una regulación, un vacío que deja la decisión final a expensas de la voluntad política de los municipios. Una situación que ralentiza la extensión de esta infraestructura. «Nos jugamos el desarrollo de la sociedad de la información», advierte Francisco Iniesta.
«El problema no es sanitario, sino social», apostilla David Sánchez, profesor de la Universidad Politécnica de Cartagena y miembro de un equipo de investigación europeo sobre este tema. «La Organización Mundial de la Salud ya dejó claro en 2006 que no había problemas sanitarios, y ha puesto una antena en su sede para dar ejemplo», asegura. El objetivo, ahora, es convencer a los ciudadanos.
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