La Nueva Espańa. 20/6/05
Un informe escolar con datos oficiales refleja una relación de la telefonía con el cáncer
Estudiantes de la Asunción descubren al cruzar la información que los tumores se concentran en el área de emisión de las antenas
Ángel C. SUARDÍAZ
Entre el ańo 2000 y el pasado 2004 se diagnosticaron en Gijón más de 7.000 enfermos de cáncer, con una media de 1.400 neoplasias detectadas cada ańo. Trece de los mejores alumnos de cuarto de ESO del Colegio de la Asunción, dirigidos por su profesor de Física y Química, han completado un trabajo de investigación que trata de aclarar la eventual vinculación entre tumores y antenas de telefonía móvil casi una semana después de que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero concediera la ampliación de licencias para los operadores de este servicio en el territorio nacional.
El resultado es un minucioso informe rebosante de datos procedentes de fuentes oficiales, como el Ayuntamiento de Gijón, el Hospital de Jove y el Hospital de Cabueńes. Los alumnos no sacan conclusiones ni hacen juicios de valor.
El área metropolitana del concejo gijonés concentra 92 estaciones base, que suman, al menos, 299 antenas de telefonía móvil, la mayoría con permiso municipal, aunque no todas. El Llano, con catorce instalaciones que suponen un total de 53 pantallas, es el barrio donde más han proliferado estos emisores de energía ionizante. Y es también donde más carcinomas se han declarado en la ciudad durante los últimos cinco ańos: 760.
Los estudiantes que firman el documento han comprobado que en las calles próximas a cualquiera de las estaciones base los casos de cáncer presentan «muchas variaciones», mientras que en las áreas donde esta dotación permanece ausente «las estadísticas se repiten sistemáticamente, es decir, permanecen constantes». «Las antenas no disponen de pantallas orientadas en todas las direcciones, sino que apuntan hacia un lugar determinado de la ciudad», advierten los escolares, que han constatado una «concentración mayor» de enfermos de cáncer «en el área hacia donde emiten estas pantallas». Los autores del trabajo denominan «efecto cono» esta singularidad, pues es ésa la figura geométrica que aparece cuando se agrupan sobre el mapa con la ayuda de un lápiz los domicilios de los pacientes de neoplasia registrados en cada barrio de Gijón durante el último lustro. Eso no es todo. El documentado esfuerzo de los colegiales concluye que los nuevos casos de neoplasia declarados en la ciudad abundan sobremanera entre los vecinos de los edificios que soportan la «acción combinada de varias antenas superpuestas».
Alarmados ante la plasmación gráfica mediante planos y transparencias de la incidencia del cáncer en los distintos barrios de Gijón, los autores del informe declaran que «nuestra intención es de mera exposición, y en ningún momento de ofensa o ataque a cualquier empresa». «Planteamos un hecho, no buscamos responsable alguno», encadenan. Los trece de la Asunción disponen de sendos teléfonos móviles y los usan, «pero ahora con más precauciones tanto para interrumpir como para iniciar la comunicación», reconoce Julio César García, el único varón del grupo investigador frente a doce chicas, una de las cuales, Ana Riera, ya había presentado un estudio sobre la relación entre enfermedad y antenas, pero ceńido a un edificio de El Bibio donde en poco tiempo se sucedieron trece casos de cáncer.
Comandados por el profesor José Ramón Suárez, la lista de autores del informe se completa con Lucía Allende, Arancha Fernández Prada, Lucía Areces, Covadonga Loredo, Ana María Pérez, Leticia Martín Eiriz, Patricia Gándara, Paula Chave, Patricia Gutiérrez, Amanda Álvarez Noval y Carmen Álvarez Cuervo, con la colaboración de Mónica González, profesora de Informática.
La Nueva Espańa. 21/6/05
Radiaciones cruzadas sobre El Llano
El barrio más expuesto a las ondas iónicas, según el informe de los alumnos del Asunción
Á. C. S.
El Llano es el barrio de Gijón más expuesto a la energía ionizante que emiten las antenas de telefonía móvil. Eso afirman los trece alumnos de cuarto de ESO del Colegio de la Asunción que han elaborado con datos oficiales un informe que vincula mediante el «efecto cono» los tumores con las estaciones de emisión de ondas para los teléfonos móviles.
Catorce de estas instalaciones, con un total de 53 pantallas, distribuyen sus emisiones hacia El Llano, el distrito de Gijón donde más carcinomas se han declarado en los últimos cinco ańos: 760, de los cuales 165 aparecieron en el ańo 2000, 152 en el 2001, 134 en 2002, 174 en 2003 y 135 en 2004.
«En las zonas cercanas a una estación base, los casos de cáncer detectados presentan muchas variaciones, mientras que en las áreas que carecen de ella, las estadísticas se repiten sistemáticamente, es decir, permanecen constantes», manifiestan los redactores del documento. De las 92 estaciones base que operan en el área metropolitana de Gijón, sólo 77 figuran en la relación de licencias concedidas por el Ayuntamiento local desde 1999 y suman 264 antenas del total de 299 contabilizadas en la ciudad.
Los autores del trabajo de investigación, encabezado por su profesor de Física y Química, José Ramón Suárez, han cruzado los datos facilitados por el Ayuntamiento de Gijón y los hospitales de Jove y de Cabueńes para concluir que «donde se registra una gran acumulación de estaciones base, se diagnostican más casos de neoplasia, pero la mayor incidencia de tumores la padece el área hacia el que están orientadas las pantallas». Los escolares denominan esta singularidad «efecto cono», porque ésa es la figura geométrica que asoma a la vista cuando se agrupan sobre el mapa con la ayuda de un lápiz los domicilios de los pacientes de cualquier tipo de cáncer consignados en cada barrio de Gijón durante los últimos cinco ańos. «En algunos lugares se superpone la acción de varias antenas, y allí es donde se concentra la mayor afluencia de carcinomas», estiman los alumnos de la Asunción, que se abstienen de formular conclusiones más abundantes sobre un trabajo de campo que les ha ocupado todo su tiempo libre durante los últimos dos meses.
Comandados por el profesor de Física y Química José Ramón Suárez, y auxiliados por la titular de Informática, Mónica González, de los trece quinceańeros que firman el estudio, sólo uno -Julio César García- es varón. El resto, chicas: Ana Riera, que apuntó la idea del trabajo, y sus compańeras Lucía Allende, Arancha Fernández Prada, Lucía Areces, Covadonga Loredo, Ana María Pérez, Leticia Martín Eiriz, Patricia Gándara, Paula Chave, Patricia Gutiérrez, Amanda Álvarez Noval y Carmen Álvarez Cuervo.
El prolijo documento ha sido remitido a Madrid para concursar en el XI Premio «San Viator» de investigación en ciencias y humanidades, entre cuyos patrocinadores, además del Ministerio de Educación y Ciencia, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y otras altas instancias administrativas y universitarias de la capital de Espańa, figura la Fundación Vodafone y la empresa alemana Siemens, que fabrica alguno de los componentes que integran la cadena de la telefonía móvil.
El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha aprobado recientemente la ampliación de la concesión de licencias para los operadores de la telefonía sin cables en todo el territorio nacional.