International Scientists Appeal to U.N. to Protect Humans and Wildlife from Electromagnetic Fields and Wireless Technology
WHO"s conflicting stance on risk needs strengthening, says 190 scientists
Llamamiento internacional: Los Científicos piden Protección frente a la Exposición a los Campos Electromagnéticos No Ionizantes
Martin Blank, PhD of Columbia University representing 190 international scientists in an Appeal to the UN, UN Member States and the WHO on the risks of electromagnetic fields emitted by telecommunications and utility technologies. Cautioning strongly, Dr. Blank says, "The time to deal with the harmful biological and health effects is long overdue. To protect our children, ourselves and our ecosystem, we must reduce exposure by establishing more protective guidelines."
May 11, 2015 10:00 AM Eastern Daylight Time
NEW YORK—(BUSINESS WIRE)—Today 190 scientists from 39 nations submitted an appeal to the United Nations, UN member states and the World Health Organization (WHO) requesting they adopt more protective exposure guidelines for electromagnetic fields (EMF) and wireless technology in the face of increasing evidence of risk. These exposures are a rapidly growing form of environmental pollution worldwide.
"International exposure guidelines for electromagnetic fields must be strengthened to reflect the reality of their impact on our bodies, especially on our DNA. The time to deal with the harmful biological and health effects is long overdue. We must reduce exposure by establishing more protective guidelines."
The "International EMF Scientist Appeal" asks the Secretary General and UN affiliated bodies to encourage precautionary measures, to limit EMF exposures, and to educate the public about health risks, particularly to children and pregnant women.
The Appeal highlights WHO"s conflicting positions about EMF risk. WHO"s International Agency for Research on Cancer classified Radiofrequency radiation as a Group 2B "Possible Carcinogen" in 2011, and Extremely Low Frequency fields in 2001. Nonetheless, WHO continues to ignore its own agency"s recommendations and favors guidelines recommended by the International Commission on Non-Ionizing Radiation Protection (ICNIRP). These guidelines, developed by a self-selected group of industry insiders, have long been criticized as non-protective.
The Appeal calls on the UN to strengthen its advisories on EMF risk for humans and to assess the potential impact on wildlife and other living organisms under the auspices of the UN Environmental Programme, in line with the science demonstrating risk, thereby resolving this inconsistency.
Martin Blank, PhD, of Columbia University, says, "International exposure guidelines for electromagnetic fields must be strengthened to reflect the reality of their impact on our bodies, especially on our DNA. The time to deal with the harmful biological and health effects is long overdue. We must reduce exposure by establishing more protective guidelines."
Joel Moskowitz, PhD, of University of California, Berkeley, says, "ICNIRP guidelines set exposure standards for high-intensity, short-term, tissue-heating thresholds. These do not protect us from the low-intensity, chronic exposures common today. Scientists signing the Appeal request that the UN and member nations protect the global human population and wildlife from EMF exposures."
International EMF Scientist Appeal: EMFscientist.org
Video Statement (3 min.) by Spokesperson Martin Blank, PhD: EMFscientist.org
Contacts
EMFscientist.org
Elizabeth Kelley, MA, Director, 520-743-0125
info@EMFscientist.org
or
School of Public Health, UC Berkeley
Joel Moskowitz, PhD, 1-510-643-7314
jmm@berkeley.edu
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Para:
Honorable Sr. Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas;
Honorable doctora Margaret Chan, Directora General de la Organización Mundial de la Salud;
Estados miembros de la Naciones Unidas.
Llamamiento internacional:
Los Científicos piden Protección frente a la Exposición a los Campos Electromagnéticos No Ionizantes
Nosotros somos científicos dedicados al estudio de los efectos biológicos y sobre la salud de los campos electromagnéticos no ionizantes (CEM). Basándonos en las investigaciones revisadas y publicadas en revistas científicas, tenemos una seria preocupación con respecto a la ubicua y creciente exposición a los campos electromagnéticos generados por dispositivos eléctricos e inalámbricos. Estos incluyen -pero no se limitan- a los dispositivos emisores de radiación de radiofrecuencia (RFR), como los teléfonos móviles e inalámbricos y sus estaciones base, Wi-Fi, antenas emisoras, los contadores inteligentes y los monitores para bebés, así como los dispositivos eléctricos e infraestructuras utilizadas para el suministro de electricidad que generan campos electromagnéticos de muy baja frecuencia (ELF EMF).
Soporte científico de las preocupaciones que compartimos
Numerosas publicaciones científicas recientes han demostrado que los CEM afectan a los organismos vivos a niveles muy por debajo de la mayoría de las directrices internacionales y nacionales. Los efectos incluyen el aumento de riesgo de cáncer, el estrés celular, el aumento de radicales libres dañinos, daños genéticos, cambios estructurales y funcionales del sistema reproductor, deficits en el aprendizaje y la memoria, trastornos neurológicos y efectos negativos en el bienestar general de los seres humanos. El daño va más allá de la especie humana, ya que cada vez hay más evidencia de efectos nocivos tanto para las plantas como para los animales.
Estos resultados justifican nuestro llamamiento a las Naciones Unidas (ONU) y a todos los Estados miembros del mundo, para estimular a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a ejercer un importante liderazgo en el fomento de la elaboración de directrices para los CEM que protejan a la población, a fomentar medidas de precaución, y a educar al público en general sobre los riesgos para la salud, especialmente para los niños y en el periodo de desarrollo fetal. En caso de no tomar medidas, la OMS está incumpliendo su cometido como organismo internacional preeminente de salud pública.
Las directrices internacionales para los CEM no ionizantes son inadecuadas
Los diferentes organismos responsables del establecimiento de las normas de seguridad no han conseguido imponer las directrices necesarias para proteger al público en general, y en particular a los niños que son más vulnerables a los efectos de los CEM.
La Comisión Internacional para la Protección de las Radiaciones No Ionizantes (ICNIRP) estableció en 1998 las "Directrices para la limitar la exposición a los campos eléctricos, magnéticos y electromagnéticos variables en el tiempo" (por encima de los 300 GHz)" . Estas directrices son las aceptadas por la OMS y por numerosos paíes de todo el mundo. La OMS está haciendo campaña para que todas la naciones adopten estas directrices del ICNIRP para conseguir una armonización internacional. En 2009, el ICNIRP emitió un comunicado en el que reafirmaba sus directrices de 1998 ya que, en su opinión, la literatura científica publicada desde entonces "no ha presentado pruebas de cualquier efecto adverso a niveles inferiores a las restricciones básicas y no require por tanto una revisión inmediata de sus directrices sobre la limitación de la exposición a campos electromagnéticos de alta frecuencia" 2. El ICNIRP continúa hasta nuestros días hacienda estas afirmaciones, a pesar de la creciente evidencia científica de lo contrario. Nuestra opinión es que, puesto que las directrices del ICNIRP no tienen en cuenta los efectos de la exposición de baja intensidad a largo plazo, son insuficientes para proteger la salud pública.
La OMS adoptó la clasificación de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) para los campos electromagnéticos de baja frecuencia (CEM: ELF) en 20023 y para la radiación de radiofrecuencia (RFR) en 20114. Esta clasificación establece que los campos electromagnéticos (EMF) son un posible carcinógeno humano (grupo 2B). A pesar de ambas conclusions de la IARC, la OMS sigue manteniendo que no hay pruebas suficientes para justificar la reducción de estos límites cuantitativos de exposición.
Puesto que existe una controversia sobre el fundamento para el establecimiento de normas para evitar efectos adversos sobre la salud, se recomienda que el Programa Ambiental de las Naciones Unidas (UNEP) convoque y financie un comité multidisciplinar independiente para explorar los pros y los contras de las alternativas a las prácticas actuales que podrían bajar sustancialmente la exposición humana a los campos de RF y ELF. Las deliberaciones de este grupo deben llevarse a cabo de una manera transparente e imparcial. Aunque es esencial que la industria participe y coopere en este proceso, no se debe permitir que pueda sesgar sus procedimientos o conclusiones. Este grupo debe transmitir su análisis a la ONU y la OMS para dirigir una actuación preventiva.
Colectivamente también pedimos que:
- los niños y las mujeres embarazadas deben ser protegidos;
- las directrices y normas reguladoras deben endurecerse;
- debe instarse a los fabricantes para que desarrollen una tecnología más segura;
- los servicios públicos responsables de la generación, transmisión, distribución y supervisión de la electricidad deben mantener una adecuada calidad de la energía y asegurar el cableado eléctrico adecuado para minimizar la dañina corriente de tierra;
- el público debe estar bien informado acerca de los posibles riesgos para la salud de la energía electromagnética e instruído sobre las estrategias de reducción de daños;
- los profesionales de la salud deben ser educados acerca de los efectos biológicos de la energía electromagnética y se les debe proporcionar la formación necesaria para el tratamiento de los pacientes con sensibilidad electromagnética;
- los gobiernos deben proporcionar formación y asignar fondos para la investigación sobre los campos electromagnéticos y la salud, que debe ser independiente de la industria y deben instar a la industria a cooperar con los investigadores;
- los medios deben dan a conocer las relaciones financieras de los expertos con la industria al citar sus opiniones con respecto a los aspectos de salud y seguridad de las tecnologías que producen CEM; y
- deben establecerse zonas blancas (áreas libres de radiación).
Las consultas se pueden hacer a través de Elizabeth Kelley, M.A., Coordinadora del Llamamiento, en la dirección: lkelley_45@msn.com.
Nota: los firmantes del presente llamamiento lo han firmado a nivel personal, proporcionando sus afiliaciones profesionales, pero esto no significa necesariamente que coincida con el punto de vista de sus empleadores o el de las organizaciones profesionales a las que están afiliados.