¿Qué es AVAATE? | Contacto | RSS 2.0 | Mapa del sitio | | | Buscar
Asociación Vallisoletana de Afectad@s por las Antenas de Telecomunicaciones - AVAATE

Portada del sitio > Prensa > Cánceres, nerviosismo, insomnio son algunas de las consecuencias que dicen (...)

La Nueva Espańa. 16/6/06. Vecinos de La Magdalena temen que las antenas de telefonía dańen su salud

Cánceres, nerviosismo, insomnio son algunas de las consecuencias que dicen sufrir los vecinos de La Magdalena desde que se instalaron antenas de telefonía móvil en las proximidades del barrio.

«En mi portal vivimos veintiocho personas y hay seis cánceres»

Sábado 17 de junio de 2006 · 3945 lecturas

AVILÉS

Vecinos de La Magdalena temen que las antenas de telefonía dańen su salud

ASIA propicia un encuentro con afectados y el presidente vecinal discrepa con Villalba

Myriam MANCISIDOR

Cánceres, nerviosismo, insomnio son algunas de las consecuencias que dicen sufrir los vecinos de La Magdalena desde que se instalaron antenas de telefonía móvil en las proximidades del barrio. Eso, al menos, es lo que creen los habitantes de este núcleo, quienes ayer se reunieron en el local de la Asociación Social Independiente de Avilés (ASIA) para dar a conocer con nombres y apellidos sus problemas. ASIA tomó nota y el único concejal de la agrupación, Miguel Ángel Villalba, se comprometió con los posibles afectados a esclarecer el porqué de tantos males en una zona tan concreta de la ciudad.

Aún así, no todo fueron buenas caras. El presidente de la asociación vecinal del barrio, Juan Gil, se mostró contrario a la opinión de los vecinos, alegando que existe un estudio en relación a las antenas en el que «no se detectan más radiaciones de las permitidas», matizó. Gil, que se marchó tras su intervención, confió en la Administración, aunque dejó una puerta abierta: «Si nos enteramos de que se falsearon datos, iremos al Juzgado, pero yo, por el momento, me ausento». Y Gil se marchó de la sala argumentando que, a su juicio, los problemas del barrio se están politizando.

La reunión en el local de los independientes, con sus representantes al frente, continuó y durante más de una hora se sucedieron los relatos de vecinos que, en los últimos tiempos, han visto enfermar a gente del barrio, joven, sin motivo aparente. Todos, no obstante, culpan a las antenas de telefonía móvil situadas sobre un bloque de edificios a la entrada de la calle Valdés Salas.
«En mi portal vivimos veintiocho personas y hay seis cánceres», dijo por ejemplo José Antonio Rosada, un vecino que sí cree que la culpa de las enfermedades la tienen las antenas. «A mi casa nunca vinieron a medir ¿Por qué no hacen un estudio medioambiental?», se preguntó. María Teresa Rodríguez también cree que en su barrio «pasa algo raro», ya que vive en un edificio con 14 vecinos donde hay varios enfermos afectados de cáncer. «Viven unos encima de otros y tienen entre 45 y 50 ańos», rubricó.
Preguntas sin respuesta
Otro vecino, Luis Peláez, mostró su disgusto por la marcha del presidente de la asociación de vecinos, Juan Gil. «Me hubiese gustado preguntarle cuándo se hizo la última medición de radiación», recalcó. A su vez, la responsable de ASIA y encargada de gestionar el asunto de las antenas, María del Carmen Calderón, seńaló que su agrupación intentará «llegar hasta el final» en busca de respuestas. De momento, han tomado nota de dónde se concentra la mayoría de los enfermos de La Magdalena. Y es que, además de cánceres, los vecinos sufren desde ansiedad hasta dolores de cabeza. «Hace nueve ańos que no duermo más de cuatro horas al día», manifestó un vecino, al tiempo que una voz decía: «Lo primero es la salud que las fiestas», haciendo alusión a las fiestas que celebrará el barrio este fin de semana.

Y de insomnio sabe también bastante otro vecino de La Magdalena que ha comprobado que en períodos vacacionales, lejos de su barrio, es capaz de conciliar el sueńo, mientras que en su vivienda habitual los nervios y el desasosiego pueden con sus ganas de dormir. Angustia, ansia es lo que, según otros habitantes de La Magdalena, se siente viviendo en el barrio. «Es una sensación muy rara, dan ganas de tirarse de los pelos y sólo me pasa cuando llego aquí», decía una mujer.
Los vecinos de La Magdalena están, pues, asustados. Temen que las antenas de telefonía móvil estén afectando su salud y ayer han dado el primer paso para luchar por sus vidas, aunque, días atrás, algunos lugareńos ya iniciaron una campańa de recogida de firmas. Quieren que alguien les explique hasta qué punto dańan los artilugios gracias a los cuales funcionan los teléfonos móviles.

Ver la noticia original AQUÍ