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GIJÓN: «Les Caseríes» rechaza las antenas hasta conocer su efecto en la salud. «No está claro que sean nocivas o no, pero el riesgo existe, y en algunas ocasiones parece que es mucha casualidad que se concentren determinadas enfermedades en lugares donde hay antenas»
Martes 13 de enero de 2009 · 1085 lecturas
«Les Caseríes» rechaza las antenas hasta conocer su efecto en la salud
La Federación insta a estudiar la incidencia de varias instalaciones reunidas en un espacio
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Albina FERNÁNDEZ
La junta ejecutiva de la Federación Rural «Les Caseríes» acordó ayer remitir sendas solicitudes a la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y al Ayuntamiento de Gijón para pedir que no se concedan más licencias para la instalación de antenas de telefonía móvil y que se revisen los permisos ya existentes. Telecomunicaciones es responsable de la contaminación ambiental que puedan producir, y el Ayuntamiento, de la parte urbanística de los proyectos.
La Federación apela en su solicitud al principio legislado de cautela, y pide que se congelen los permisos mientras no se realicen estudios que descarten que la concentración de estas instalaciones es nociva para la salud humana.
La colocación de las antenas despertó siempre el recelo vecinal, y «Les Caseríes» considera que no es un recelo irreal cuando el Consejo de Ministros del 14 de junio de 2008 aprobó la creación de una oficina capaz de controlar las radiaciones electromagnéticas que se producen en este tipo de instalaciones. «Las empresas solicitan permiso para cada instalación, pero la tendencia ahora es juntar varias antenas en un mismo edificio, parcela o zona. Y hasta el Gobierno teme que eso aumente los riesgos para la salud. Por ello, mientras dicho organismo de control exista y sea operativo, solicitamos que no se concedan más permisos», seńaló Soledad Lafuente, presidenta de la Federación Rural.
La ejecutiva de les «Les Caseríes» tomó esta decisión después de oír y debatir sobre diversas afecciones que, supuestamente, están ocasionadas por las antenas y bases de telefonía móvil. «No está claro que sean nocivas o no, pero el riesgo existe, y en algunas ocasiones parece que es mucha casualidad que se concentren determinadas enfermedades en lugares donde hay antenas», ańadió Lafuente.
El procedimiento que se sigue desde la oficina municipal de Actividades Clasificadas, competencia de la concejalía de Urbanismo e Infraestructuras, se limita al análisis estructural de antenas y edificios sustentadores y a una adaptación al RAMINP; a la ordenanza municipal del ruido; y a la conformidad de cada equipo, por separado. «Sabemos que el Ayuntamiento no tiene medios para evaluar el impacto de las antenas, pero eso nos da más fuerza para hacer valer el principio de cautela y exigir que no se den más permisos hasta que se conozcan», concluyó la presidenta vecinal.
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